La pandemia suscitada por el Covid-19 ha presentado un punto de inflexión para la mayoría de los negocios del mundo. No hay áreas de la actividad productiva que no se hayan visto modificadas por las nuevas reglas dispuestas en los últimos meses. En general, estos cambios no han sido fáciles, y la mayoría de los sectores se muestra afectado de manera crítica. El caso de los casinos es similar, pero presenta además la particularidad de la tensión entre este sector y el gobierno nacional.

El marco de la industria del juego moderno

Los casinos en España se han diversificado con el transcurso de los años. Durante las últimas décadas, han ido ganando protagonismo las versiones online de los juegos más famosos.

Esto ha presentado alguna complicación para ser regulado de manera coherente. Su popularidad se ha vuelto masiva: millones de usuarios apuestan de manera asidua en los operadores con licencia, como los analizados en este sitio. Los mejores casinos online de España se han asentado como empresas prósperas, y su crecimiento ha llamado progresivamente la atención de las autoridades.

La perspectiva oficial sobre las apuestas

Desde su comienzo, el gobierno de Pedro Sánchez presentó una mirada cautelosa y crítica del sector del juego. En el acuerdo firmado entre el PSOE y Unidas Podemos para la constitución de la alianza, se estipulaban proyectos de políticas orientadas a restringir la actividad de los casinos. Estos planes estaban justificados a partir de los objetivos de desalentar el juego entre menores y  de prevenir problemas de conducta relativos a las apuestas. Así, se planteaba establecer una distancia mínima entre instituciones educativas y locales habilitados para el juego. Además, se proponía fijar un horario límite para el cierre de los casinos. En cuanto al juego online, el programa incluía su reglamentación más estricta.

Un escenario complicado durante la cuarentena

Tal era la relación entre el gobierno y la industria del juego cuando comenzó la pandemia. Como consecuencia del confinamiento obligatorio, todos los casinos y casas de apuestas debieron cerrar. Contrariamente a lo previsto, no se produjo una migración significativa de usuarios al sector online.

Además, con la cancelación de los eventos deportivos en todo el mundo, las apuestas deportivas vieron caídas estrepitosas. Lejos de promover la recuperación de este sector, el gobierno mantuvo su distancia. Tanto fue así, que en el Real Decreto-ley 11/2020, mediante el cual se extendía la cuarentena, se dispuso una prohibición a la publicidad de los casinos online. Esta medida fue muy negativa para esa industria, pues la publicidad es la herramienta principal para conseguir nuevos usuarios y ofrecer promociones.

Los casinos en las Islas

En ese contexto, el Parlamento de Canarias aprobó el proyecto para suspender la concesión de licencias a nuevas casas de juego y casinos. Esta disposición es coherente con la política llevada a cabo por el gobierno nacional, aunque el sector de la banca haya realizado reclamos. Según sus representantes, las medidas de las autoridades no conducen a la recuperación económica; si las empresas de juego cerraran, aumentaría el desempleo. Sin embargo, en el contexto de las Islas, la normativa local puede verse como provechosa para los casinos y casas de apuestas que ya están instalados. Con la prohibición de integrar nuevos locales, se salvarán de una competencia mayor.

El consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Julio Pérez Hernández, expresó que la medida le da voz a la opinión popular sobre la cuestión. Esta reglamentación se suma a las de otras comunidades autónomas, como Baleares, Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Principado de Asturias, Navarra, Murcia y la Comunidad de Madrid.

El juego postcuarentena

Con el fin del confinamiento, se retomó la actividad de los casinos tradicionales y online. No obstante, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, presentó un proyecto en las Naciones Unidas para regular de modo más estricto la publicidad del juego. Este es el eje del debate, ya que, según el gobierno, los anuncios de esta industria son invasivos y conducen al mal uso de las apuestas. Por su parte, la patronal nacional de juego (CEJUEGO) se justificó con el argumento de que la atracción de nuevos usuarios es el único motor de su crecimiento, especialmente en épocas de crisis.

Sin dudas el rol del Estado será determinante en la recuperación económica de todas las áreas productivas del país. Algunos sectores, como el turismo sustentable, parecen contar con más simpatía por parte del gobierno que los casinos, los cuales deberán amoldarse lo mejor posible al marco cada vez más estrecho que le deja la ley.