Hermigua con vista del Valle Abajo

La vocal de Ashotel en La Gomera, Luisa Trujillo, señala a Europa Press que en la isla solo está abierto su complejo de apartamentos -Los Telares, en Hermigua- y otro en la capital, especialmente para dar alojamiento a personas de paso y también «porque alguien tiene que dar el paso».

Asume que es «duro» cuando hay «cero ingresos» pero entiende que «hay que empezar a dar un poco de normalidad».

Viendo la situación sanitaria de la isla -sin casos activos desde abril y todos importados- considera que La Gomera tiene mucho potencial como destino turístico asociado a la naturaleza y lejos de las aglomeraciones, con un sector turístico donde predominan los apartamentos y las viviendas individuales que otorgan un plus de tranquilidad a los viajeros.

Por ello, demanda la apertura del puerto de San Sebastián y el aeropuerto «cuanto antes mejor» pero siempre garantizando las medidas de control sanitario a las personas que entran porque «la economía está sufriendo» y hay que empezar a moverla.

En esa línea, apoya también la propuesta de crear un ‘pasaporte sanitario’, que garantice la libertad de movimiento y el posible seguimiento de casos para que si se detecta alguno atajarlo y que no haya ningún problema.

CAMPAÑAS DE CONCIENCIACIÓN Y CONSUMO

Sobre la rentabilidad del sector, admite que la pérdida de la campaña de Semana Santa y la primavera ha dejado poco dinero en la caja porque los beneficios del invierno se han «invirtiendo» en mejoras de los complejos, si bien tiene la ventaja de que en su mayor parte son empresas familiares, menos endeudadas y con posibilidad de acudir al ICO para mantener la liquidez y «aguantar el tirón».

Cree que es «fundamental» salvar el verano para preservar el tejido turístico en la isla y echa de menos alguna campaña para que «la gente se conciencie y empiece a consumir».

En esa línea, comenta que hay demanda para venir a la isla porque es un destino «cercano, apetecible y barato» para el turista canario, su principal mercado, pues permite «huir las masificaciones» de las islas centrales y orientales, por lo que apela a fomentar la conectividad.

«Esto tiene que remontar, si se controla el foco en Tenerife podemos tener un verano casi casi normal», señala.

Máyuri Castañeda, vocal de la patronal en El Hierro, entiende que «no tiene sentido abrir» porque «la gente no tiene como llegar a la isla» por lo que «poco» aporta el cambio de fase pese a que hay demanda por venir.

Afirma que las reservas antiguas que había para junio «se han ido anulando» pero para este verano aún hay buenas perspectivas, con agosto «prácticamente lleno» en su complejo de apartamentos en La Frontera, por ejemplo, pero con la duda de si los clientes no se echarán para atrás. «No lo sabemos», expone.

Tiene claro que la recuperación a corto plazo pasa por el «turismo canario» aunque cara al futuro valora la «promoción indirecta» derivada de las intervenciones del presidente Pedro Sánchez y los cambios de fase pues la gente «ya sabe donde queda El Hierro».

Castañeda es consciente de la importancia de la campaña de verano porque las empresas del sector están «en rojo» desde que se decretó la alarma debido a la «avalancha de anulaciones», un movimiento «impresionante» cuando la isla pasaba por los dos mejores años turísticos de su historia.

NO HAY QUE QUEDARSE «CON LAS MANOS CRUZADAS POR MIEDO»

Con todo, asume que El Hierro está «mejor posicionado» que otros destinos por la «tranquilidad» y el perfil de alojamientos individuales -casas, viviendas y apartamentos en su mayoría- que «ayuda a la gente que viaja con miedo».

La clave, en su opinión, pasa por reactivar la conectividad por mar y aire y se muestra crítico con el presidente del Cabildo, Alpidio Armas (PSOE), que tiene una «paralización completa» y no trabaja en fórmulas para iniciar la reapertura.

«Se deben abrir las cosas con toda la seguridad sanitaria, pero hay que trabajar en ello, si cada región se encarga de sus propios ciudadanos y garantiza que los que se trasladan se han hecho la prueba y no tienen sintomatología hay una relativa tranquilidad», comenta.

Además, lamenta que haya gente que prefiera «quedarse con las manos cruzadas por miedo» porque «a la larga» la crisis económica será «muy grave» dado que en la isla, con poca superficie y habitantes, no tiene sentido el turismo interior porque tampoco hay una oferta diferenciada.

«El Hierro es ideal para el turista que quiere desestresarse tras un confinamiento asfixiante pero tienes que tener la posibilidad de venir y planificar», comenta, al tiempo que ve absurdo hablar de turismo cuando no está cubierta «ni la conectividad básica» para los herreños que tienen que viajar a Tenerife a las citas médicas pues no hay ni dos vuelos diarios.