Ángel Fariña Chinea Secretario General del PSOE de La Gomera

Las cifras del paro y de la bajada de cotizaciones de autónomos en nuestro país ha sido un mazazo que no por esperado ha sido menos doloroso. Y es que detrás de esas frías cifras hay personas y familias enteras que estos días navegan en la incertidumbre sobre su futuro y el de los suyos. Aunque debemos seguir en la lucha diaria contra el Coronavirus, en lo sanitario, hay que centrarse en el futuro a corto plazo que nos espera respecto a nuestra economía.

Gracias a que tenemos tanto en Canarias como en el Estado un gobierno progresista que afronta esta crisis no pensando en los bancos o las grandes empresas, sino en las personas, en nuestros vecinos y vecinas, en el conjunto de una sociedad que está soportando con ejemplaridad una situación sobrevenida y sorpresiva. Un sociedad, la nuestra, que ofrece solidaridad y apoyo a quienes más lo necesitan. Especialmente al personal sanitario y de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, el personal de los supermercados, servicios de los Ayuntamientos, nuestros agricultores, ganaderos y pescadores…en definitiva a toda esa gente que día a día, en lo peor de esta crisis, se desvive por sus congéneres para que no les falte de nada.

Pero llega el tiempo de plantearse el futuro económico más inmediato, la era post-coronavirus, ¿qué va a pasar después del Covid-19?, ¿qué vamos a hacer para retomar la economía?, ¿cómo vamos a ser capaces de dar cobertura social y económica a nuestras familias gomeras?.

Creo que no es tiempo de hablar en negativo y sembrando, aún más, el desconcierto en la sociedad,  que es necesario comenzar a trabajar desde ya para que no nos coja el toro de la improvisación con un empleo público estable y con músculo que también arrime el hombro. Es necesario que nuestro sector servicios íntimamente ligado al turismo tenga de nuestras instituciones una apuesta clara, contundente y proporcionada para volver a levantar La Gomera y por extensión el archipiélago y nuestro país.

Y es el turismo, el sector que más va a sufrir los próximos meses, y es por ello que es imprescindible que este sector se beneficie de las medidas ya puestas en marcha desde el Gobierno Central y Autonómico, durante un tiempo considerable, y ser complementadas con otras de carácter insular y local, no descartando ayudas directas a través de subvenciones.

Con una dependencia brutal del turismo y la llegada del Covid 19 en el peor momento posible, justo con la semana santa en ciernes y finalizando la campaña de invierno, es necesario plantear este tipo de soluciones de carácter temporal.

No sabemos cuándo podremos volver a tener a nuestros turistas disfrutando de nuestros alojamientos, de nuestros hoteles, casas rurales y viviendas vacacionales, hacen falta medidas para mantener el sector e incentivarlo, primero por el turismo de interior y después, cuando la situación se normalice en el resto del Continente, recordar a nuestros potenciales clientes que seguimos aquí, más vivos que nunca, con nuestra característica hospitalidad y la belleza de nuestros paisajes y senderos.

Debemos pensar en activar el resto del tejido productivo, y aquí entra en juego dos sectores que han sido muy importantes en nuestra historia económica, como la construcción, y antes el sector primario, agricultura y pesca.

Tal vez sea el momento adecuado para lanzar una batería de medidas que tengan como fin volver a ver nuestros bancales plantados y dotando al mercado del producto local. Un paquete de medidas a fondo perdido y que la Unión Europea debiera de impulsar y no frenar en un contexto de crisis, que incentiven la agricultura local, que desarrolle circuitos comerciales con las nuevas tecnologías de la comunicación, y que de pie a nuestra soberanía alimentaria tan demandada en un mundo donde deberemos mantener distancias entre nosotros durante un tiempo prudencial. Medidas de distanciamiento que tal vez se anclen en nuestras sociedades.

Tres cuartos de lo mismo se tendrían que considerar en el sector pesquero, donde la captura resulta esencial en nuestro espacio económico, una de las industrias que florecieron en nuestra tierra anterior al auge turístico en nuestra historia. Las ayudas para modernizar la flota pesquera con nuevas tecnologías, reforzar y actualizar las infraestructuras de su comercio como los puertos y puntos de ventas, recuperando el pasado protagonismo de nuestro sector pesquero.

Y tal como nuestro Gobierno Central está enfocando en el seno de la Unión Europea, un Plan Marshall para una serie de inversiones que reactiven la construcción. Y es aquí donde las administraciones locales toman protagonismo, y también la autonómica, señalando aquellas infraestructuras necesarias para nuestra sociedad, como remodelación de centros sanitarios en desuso, centros educativos, espacios deportivos, o también la construcción de nuevos. Poner en énfasis acabar nuestros espacios culturales que llevan años deteriorados, incluso proponer nuevos. Estoy seguro que los alcaldes de los diferentes municipios canarios tienen suficientes obras con un fin social, necesarias en estos tiempos.