El geólogo, paleontólogo y doctor en Zoología Francisco García-Talavera EFE

En todo el mundo, y sobre todo en América, hay más de 50.000 personas que portan alguno de los siete apellidos de origen guanche que han pervivido y, curiosamente, mientras en Canarias nadie se apellida «Tenerife», en Filipinas hay más de 3.000 portadores de dicho apelativo, 160 en Arabia Saudí y 40 en Baleares.

Son parte de los datos que ha recopilado el geólogo, paleontólogo y doctor en Zoología Francisco García-Talavera, quien ha presentado en el Museo de Naturaleza y Arqueología de Santa Cruz de Tenerife su última investigación, 69 apellidos canarios. Linajes guanches en América, de Editorial Kinnamon.

Francisco García-Talavera explica en una entrevista a EFE que los siete apellidos de origen guanche que aún perviven y dieron «el salto a América» son Baute, Bencomo, Chinea, Guanche, Oramas, Tacoronte y Tenerife, y subraya que en Canarias sólo hay 6.000 personas apellidadas con ellos, y ninguna con el topónimo de la isla tinerfeña.

Este hecho resulta «curiosísimo», prosigue el investigador, y la razón de que el apellido Tenerife tenga 40 portadores en Baleares puede deberse al hecho de que en Ibiza existió uno de los principales centros del comercio de esclavos, por lo que hasta allí pudieron haber llegado guanches para ser vendidos y se les puso el apellido de la isla de procedencia.

Pero donde más abunda este apellido es en Filipinas, adonde arribaron en el siglo XVI frailes que habían partido de Canarias para evangelizar a la población, y bautizaron a los convertidos con el nombre de su isla natal.

Junto a estos apellidos hay casi 70 que García-Talavera desglosa en su obra con cuadros estadísticos y que son de origen guanche, portugués, castellano, normando, genovés y flamenco, entre otros, que se adaptaron en Canarias y que desde el archipiélago se expandieron con la inmigración a todo el mundo.

García-Talavera lleva más de 20 años investigando esta cuestión y la gran influencia portuguesa en las islas, que queda reflejada en más de 130 apellidos de los que en su obra recoge los 22 más significativos, puesto que otros no se diferencian de los que perviven en Portugal y Brasil y otras zonas de la misma lengua.

Un ejemplo de esta adaptación es el portugués Dinis que pasó en Canarias a ser Déniz, así como los Yanes, Mederos y Perera, que fueron castellanizados en Canarias y de allí se expandieron a América.

Precisamente con el apellido Perera se contabilizan más de 1.050.000 personas en todo el mundo y de ellas más de 950.000 viven en Sri Lanka, por lo que es el más abundante en la antigua Ceylán.

De origen normando está el Bethencourt con sus múltiples variantes y que llevan más de 300.000 personas en América, en países como Colombia, Venezuela y Cuba.

También normandos son Berriel, que procede de Le Berrier, uno de los capellanes que acompañó al conquistador de Lanzarote y Fuerteventura, Jean de Bethencourt, en 1402, así como Umpiérrez, Perdomo (Prud’homme), Melián (Meilland) y Marichal (Maréchal), entre otros.

«La presencia canaria en la conquista y colonización de América aporta datos muy interesantes y jugosos», prosigue Francisco García-Talavera, quien explica que casi todos estos apellidos se localizan también en Estados Unidos debido a la inmigración de otros países latinoamericanos.

El resultado es que ahora son más numerosos los portadores de estos apellidos en América que en Canarias, añade el investigador, quien rememora que desde las primeras décadas del siglo XVI se constata el envío de guanches a la colonización del nuevo continente.