Vista aérea de la grieta en la barrera de hielo Larsen C, en la Antártida. JOHN SONNTAG / AFP

Un enorme bloque de hielo está a punto de desgajarse de la barrera Larsen C, en la Antártida occidental, al sur del continente americano. Según informa MANUEL ANSEDE en el periódico El País, el fragmento resultante, de unos 6.000 kilómetros cuadrados de superficie, más del doble que Luxemburgo, sería “uno de los mayores icebergs jamás registrados”, según ha destacado la Agencia Espacial Europea (ESA) en un comunicado. El organismo vigila la barrera con la misión Cryosat, un satélite capaz de detectar cambios de dos milímetros en las capas de hielo antárticas.

La grieta en Larsen C mide 200 kilómetros de longitud y su final está a tan solo cinco kilómetros del océano. Si finalmente se desprende, el iceberg, de 190 metros de espesor y 1.155 kilómetros cúbicos de hielo, podría suponer “un peligro para el tráfico marítimo”, según la ESA. En diciembre de 2015, el desplazamiento de un iceberg de un tamaño similar alrededor de la banquisa de Brunt generó alarma en la base científica Halley, del British Antarctic Survey de Reino Unido.

“En cuanto a este iceberg de Larsen C, no estamos seguros de lo que va a ocurrir. De hecho, podrían desprenderse varios bloques o dividirse poco después de desgajarse. Sea entero o en fragmentos, las corrientes oceánicas podrían arrastrarlo hacia el norte, llegando incluso hasta las islas Malvinas. Así que podría poner en riesgo el paso de los barcos por el Pasaje de Drake”, hipotetiza en el comunicado la investigadora Anna Hogg, de la Universidad de Leeds.

El satélite europeo Cryosat, lanzado en 2010, sobrevuela los polos a 720 kilómetros de altitud. Utiliza un instrumento de radar que detecta cambios ínfimos en el grosor del hielo mediante señales de radio que rebotan en la superficie. Un retraso en el eco significa que el espesor se ha reducido. La ESA estudia los hielos del Ártico y de la Antártida para comprender los verdaderos efectos del cambio climático en los polos. En los últimos años, el nivel del mar ha subido unos tres milímetros al año por el derretimiento de los hielos, según algunas estimaciones.

Sin embargo, el desgajamiento en Larsen C no tiene por qué estar relacionado con el calentamiento global. El desprendimiento de enormes icebergs es normal en los polos. El récord lo ostenta B-15, un iceberg de más de 11.000 kilómetros cuadrados que en el año 2000 se separó de la barrera de hielo de Ross, también en la Antártida.