Foto de Tony Hernández

Drag Sethlas se lleva el apoyo unánime de las miles de personas que ayer disfrutaron de la Gran Cabalgata del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria. Nadie le dio la espalda a su paso ni le gritó cosas feas desde la acera o las ventanas de los edificios. Bueno, sí. Un señor se dio la vuelta en un balcón y otro dio la nota al levantar sus dedos más de la cuenta, molesto por la parodia de Cristo y la Virgen María con la que Borja Casillas ha ganado la Gala Drag de La eterna primavera. Asistieron al desfile 160.000 personas, según la organización.

En su crónica del periódico La Provincia / La Opinión de Tenerife, Manuel Reyes señala que el exabrupto ocurrió un poco más allá de la Plaza de La Feria, nada más arrancar la Cabalgata, pero pasó desapercibido ante la ovación general: en apenas media hora estaba claro que todos estaban con Sethlas. «Con dos cojones», gritaba Ramón. «Guapo, campeón, bravo, Borja estamos contigo», continuó la multitud jaleando a Casillas, que no paró de agradecer los aplausos, lanzar besos y repartir corazones dibujados en el aire. Con una mano saludaba y la otra se agarraba la corona de espinas, único detalle religioso que sobresalía entre la capa de plumas y las enormes plataformas. Iba como dijo que iría, sin miedos ni temores, arropado por sus cuatro damas de honor: Drag La Tullida, Orion, Íkaro y Vulcano.

El séquito de reinonas, eso sí, estuvo custodiado las tres horas de trayecto por cuatro policías nacionales, con relevo incluido a mitad de camino, así como agentes encubiertos para garantizar una seguridad que no se vio comprometida en ningún momento, más bien al contrario. Todos se paraban para fotografiar a Sethlas porque a esas alturas de la tarde había triunfado la diversión, con cánticos del tipo «la risa no es pecado».

Galería de Fotos del Periódico La Opinion de Tenerife / La Provincia