Casimiro Curbelo

Desde el punto de vista de la equidad, la deuda que el Estado tiene con las islas “no sólo es una injusticia, es un crimen social”, aseguró el líder de Agrupación Socialista Gomera (ASG), Casimiro Curbelo, quien evidenció en el Parlamento que un español que viva en Cantabria tiene servicios estatales mil euros mejores que un residente en Canarias.

“Que discutamos entre los canarios sobre la mala gestión de la Sanidad es algo que clama al cielo, cuando el Estado nos debe 2.500 millones de euros por servicios efectivamente prestados y no valorados… Estamos prestando servicios públicos – sanidad, educación asistencia social – con una financiación estatal de 300 euros per cápita inferior a la media nacional”, afirmó.

Casimiro Curbelo dijo que Canarias se está recuperando de un grave enfermedad que durante algunos años la puso en cuidados intensivos; comentó que la tasa de paro sigue siendo vergonzosamente elevada y, aunque el PIB ha crecido, las clases más modestas aún no han visto la mejoría.

“Todos los partidos que estamos en este Parlamento y que tenemos representación en Cortes deberíamos suscribir un acuerdo en el que pongamos a las islas y sus intereses por encima de las ideologías y los intereses o ambiciones personales de los líderes. Si no damos la cara por Canarias esta situación e gravedad se puede volver insostenible”.

“La frágil recuperación económica que empezamos a tener puede terminar con una recaída fatal”, añadió para más adelante sugerir “no seamos cómplices de Madrid. La lealtad institucional y el sentido de Estado es un viaje en dos direcciones. De nada vale que Canarias sea responsable y fiel cumplidora de los objetivos de déficit si la respuesta del Gobierno de España es seguir tratándonos como el peor de los peores”.

Curbelo entiende que ante la realidad descrita resulta fundamental que haya un nuevo gobierno en España, “capaz de reparar la traumática injusticia financiera”, y considera que frente a ese ejecutivo hay que dejar de ser de izquierdas, fe derechas, de centro, de arriba o de abandono, para ser simplemente canarios, capaces de poner remedio a la postergación y el maltrato que sufre el archipiélago.