La dirección federal del PSOE ha decidido finalmente proponer el aplazamiento del 39º Congreso fijado para el 21 y 22 de mayo, lo que hace pensar que en las filas socialistas se maneja ya como escenario más probable la repetición de elecciones, pese ala reunión que el miércoles mantendrán el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; y el líder de Podemos, Pablo Iglesias.

Según adelanta www.publico.es, más allá de cuitas internas y de si la dirigente andaluza Susana Díaz dará el paso para disputarle el liderazgo de partido a Sánchez, los barones consideraban que en el mes que aún queda de negociación y, sobre todo, si finalmente hay nuevas elecciones, el PSOE no podía estar inmerso en un proceso interno y, además, posiblemente de enfrentamiento.

De hecho, el plazo para presentar candidaturas a las primarias se abría ya el 11 de abril, y la campaña interna estaba fijada del 15 al 25 del mismo mes. Es decir, cuando aún se podría estar negociando la investidura.

Además, la sensación mayoritaria en el partido es que el acuerdo de investidura con Podemos es prácticamente imposible, y que todo apunta a unas elecciones en junio, cuya campaña también se vería entorpecida por un Congreso un mes antes.

A nivel orgánico, la Ejecutiva se reunirá este martes y propondrá la convocatoria de una próxima reunión del Comité Federal, el 2 de abril. para analizar el calendario congresual aprobado el pasado 30 de enero casi por unanimidad.

Algunos barones ya apuntaron esta posibilidad y, tras una ronda de consultas, finalmente se ha encontrado una amplia mayoría para cambiar la fecha del cónclave socialista, aunque aún no se sabe para cuándo.

El caso es que si se fijara para julio, inmediatamente después de las elecciones del 26 de junio, podría darse la paradoja de encontrarse con un resultado electoral en el que el PSOE se viera nuevamente inmerso en un escenario de negociación para una investidura. Lo que sería volver a encontrarse con el mismo problema. Por ello, algunas voces apuntan de llevarlo hasta septiembre, pero aún no hay nada decidido.

Ferraz niega que esta retraso tenga que ver con los rumores de que Susana Díaz aspira a competir con Pedro Sánchez por la secretaría general, y recuerdan que la iniciativa ha partido fundamentalmente de los barones socialistas que, paradójicamente, fueron quienes impusieron la fecha de mayo para la celebración del Congreso.

También rechazan que el cambio suponga dar por enterrada una segunda investidura de Pedro Sánchez. Aseguran que, como siempre han dicho, lo van a intentar hasta el último segundo, y aún confían en que pueda haber acuerdo.