Puigdemont

Junts pel Sí y la CUP han alcanzado esta tarde un acuerdo in extremis para dar continuidad a la legislatura que pasa básicamente por investir presidente de la Generalitat a Carles Puigdemont, alcalde de Girona. El pacto, alcanzado cuando apenas quedan apenas 30 horas para que expire el plazo para investir presidente, consistiría en que Mas se apartaría del cargo y que dos diputados de la CUP pasarían a integrar el grupo de Junts pel Sí. Mas ha mantenido esta tarde en el Palau de la Generalitat con miembros de la dirección de su partido, Convergència y a las 18.30 ha comparecido para dar cuenta del acuerdo. «El acuerdo nos permite trabajar», ha señalado Mas en alusión al proceso independentista.

En su comparecencia, Mas ha admitido que la decisión es «dolorosa» pero que está convencido de que su renuncia es positiva para el proceso y para Cataluña. «El país, lo primero», ha dicho. De entrada, ha recalcado que se va y que no tendrá a cambio ningún cargo. «De cargos, nada de nada. Tan digno es ser presidente de la Generalitat como expresidente de la Generalitat», ha afirmado. Eso si, ha afirmado que queda a disposición del Parlament y del futuro presidente y del Gobierno catalán.

El plan es que este domingo Puigdemont sea elegido en primera votación y por mayoría absoluta presidente de la Generalitat

El plan es que este domingo Puigdemont sea elegido en primera votación y por mayoría absoluta presidente de la Generalitat. Eso implica que Puigdemont recibirá los votos de los 62 escaños de Junts pel Sí y dos de los 10 diputados de la CUP. El acuerdo pasa por lograr una estabilidad parlamentaria -«No se puede subir al Everest con zapatillas»- que implicará que a partir de ahora Junts pel Sí tendrá el control de la cámara con el beneplácito de la CUP.

Los partidos independentistas tuvieron ayer viernes una última reunión pública que acabó sin acuerdo y con el anuncio de las asociaciones civiles independentistas de que se retiraban de la negociación ante la imposibilidad de alcanzar pactos. Anoche Junts pel Sí seguía insistiendo en la necesidad de que Artur Mas ocupara la presidencia de la Generalitat, algo que la CUP seguía rechazando.

En las últimas horas la negociación ha evolucionado hacia un escenario en el que Mas se retira como le exigía la CUP. El presidente en funciones podría pasar a ser consejero jefe y, en su lugar podría estar otro dirigente de Convergència. El nombre que se ha ido consolidando durante la mañana ha sido el del alcalde de Girona y presidente de la Asociación de Municipios para la Independencia, Carles Puigdemont. También se ha barajado el de la  vicepresidenta en funciones de la Generalitat, Neus Munté, que se ha autodescartado.

Según el acuerdo, la CUP también haría cesiones. Algunos diputados de la formación anticapitalista, los más críticos con el pacto, dimitirán y no serán sustituidos. El resto podrían integrarse en el grupo de Junts pel Sí, que pasaría a tener mayoría absoluta. Este gesto tendría que favorecer, en principio, la estabilidad parlamentaria del futuro gobierno, que tiene  como primer objetivo aprobar unos nuevos Presupuestos sin apenas margen para nuevo gasto. El objetivo seguiría siendo preparar a Cataluña para la independencia en 18 meses.

Una retirada de Mas implicaría un giro de 180 grados en la estrategia convergente, en el discurso público del actual presidente en funciones y un escenario que hasta ahora siempre había rechazado. La noche del jueves Mas aseguró en una entrevista en TV-3 que el proceso soberanista no podía hacerse mediante «vetos a personas» y «exclusiones» y llamó a «sumar» a todos los activos.

Esta mañana, el diputado electo de ERC Joan Tardà ha vuelto a abogar por la retirada del actual presidente catalán. «Hay una mirada demasiado corta por parte de los compañeros de la CUP y también del presidente, porque si Mas hubiera dado un paso al lado, la figura del presidente habría crecido mucho más de lo que lo ha hecho hasta ahora», ha afirmado Tardà.