Los 195 países reunidos desde hace dos semanas en la Cumbre de París han llegado finalmente a un acuerdo contra el calentamiento global, el primer pacto “universal de la historia de las negociaciones climáticas”, según lo bautizó el presidente francés, François Hollande, al presentar este sábado por la mañana el borrador final. Un texto que ha sido debatido en las últimas horas y que busca limitar el aumento de la temperatura media del planeta, fija techo a las emisiones de gases de efecto invernadero y establece un sistema de financiación para que los países con menos recursos puedan adaptarse a los efectos del cambio climático.
Tras reunir al plenario, en el que se ha dado cuenta de los últimos retoques al documento, el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, con una amplia sonrisa, ha anunciado con un golpe de mazo el acuerdo sobre el cambio climático. Los asistentes se han alzado de sus asientos para un largo y sonoro aplauso por el hito alcanzado.
La recta final para alcanzar el acuerdo histórico arrancó esta mañana con la presentación por parte de François Hollande, y su ministro de Exteriores, Laurent Fabius, del texto final después de una intensa noche de negociaciones, marcada por el pulso entre los países desarrollados y China e India por el nivel de implicación en este pacto de las economías emergentes. El texto preparado por Fabius, encargado de liderar las negociaciones como anfitrión de la cumbre, contaba de entrada con un alto grado de apoyo, si bien fuentes de la delegación europea señalaron que aún no era «100% seguro» que se fuera a aprobar.
Para despejar esta incógnita completamente había que esperar a un plenario de los 195 países representados que se retrasó varias horas sobre lo previsto. El plenario era el que debía aprobar el texto, que debían aceptar todos. Ahora, cada país tendrá que ratificarlo a partir de la primavera del próximo año.
En torno a las seis de la tarde, justo antes de iniciarse el plenario, ya eran mayoría los países que se habían pronunciado a favor del texto del acuerdo. El G77, que agrupa a 134 Estados en vías de desarrollo o emergentes, entre ellos China, se declaraba “satisfecho” del proyecto, y poco antes otra veintena de países, como India y Arabia Saudí, habían anunciado su respaldo, así como Estados Unidos y la Unión Europea.
El texto final del acuerdo de París tiene como objetivo principal impedir que el aumento de la temperatura media del planeta a final de siglo por el cambio climático supere los dos grados con respecto a los niveles preindustriales. Y también se apunta a que se deben hacer esfuerzos para que «no supere los 1,5». Además, busca un sistema de financiación para ayudar a los países con menos recursos a adaptase a los efectos del cambio climático de 100.000 millones de dólares anuales.
En una primera lectura, las principales ONG consideraron que el compromiso climático propuesto es un giro «histórico» que hace irreversible la transición a una economía baja en carbono, aunque a partir de ahora hay que presionar a gobiernos y empresas para cumplirlo y elevar sus ambiciones.
Hollande lanzó también una clara petición a los representantes de los 195 países: «Francia les ruega que adopten el primer acuerdo universal de la historia de las negociaciones climáticas». «Es muy raro en la vida tener la oportunidad de cambiar el mundo y ustedes la tienen», añadió el presidente francés, que fue despedido con aplausos.
Tanto Hollande como Fabius, que ha sido el que se ha bregado con los ministros durante estos últimos días, apelaron a la responsabilidad de los negociadores. «No se han satisfechos las exigencias de todos», sostuvo el presidente. «No nos van a juzgar por una palabra concreta, sino por todo el texto en su conjunto», afirmó. «Está en juego nuestra credibilidad colectiva».
«Estamos casi al final de nuestro camino», dijo, por su parte, Fabius. «El mundo entero contiene el aliento y cuenta con todos nosotros», añadió. «Es el mejor equilibrio posible», sostuvo Fabius sobre el texto final a acordar, aunque también ha admitido que no se puede contentar a los 195 países, que en muchos casos tienen intereses enfrentados, pero permitirá a cada uno volver a «casa con la cabeza en alto y con logros importantes». «El mundo entero contiene el aliento y cuenta con todos nosotros», remató el ministro francés de Exteriores, interrumpido en siete ocasiones por aplausos.
En el acto de presentación de texto estuvo también John Kerry, secretario de Estado de EEUU, que se ha encargado de dirigir a los negociadores norteamericanos en esta cumbre. También, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En el texto final presentado por Fabius el objetivo que se establece es que el aumento máximo de la temperatura media del planeta no supere los 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales y se abre la posibilidad a rebajar esa meta a 1,5 grados. Desde el ámbito científico se ha señalado que, tras décadas de emisiones de gases de efecto invernadero, ya no es posible parar el calentamiento del planeta. Lo que se busca ahora es intentar que no se supere esa barrera de los dos grados para evitar consecuencias catastróficas. Para ello, es necesario limitar las emisiones de estos gases, principalmente, del dióxido de carbono.