Se cuenta que Marguerite Yourcenar escribió sus ‘Memorias de Adriano’ inspirada por una extraordinaria sentencia de Flaubert sobre el período complejo que le tocó vivir al segundo de los emperadores hispanos. Dijo Flaubert que “los viejos dioses habían muerto y los nuevos no habían llegado todavía. Hubo un momento en que el hombre estuvo solo”.
Algunos creemos que lo que esta pasando hoy en la política española –y muy singularmente en la canaria- tiene bastante que ver con esa frase. Lo que ocurre es que sólo con la primera parte. Por desgracia,aquí los viejos dioses –aunque están requetemuertos- se niegan a irse,y los nuevos se dan codazos para instalarse en el machito. No hay manera de que le dejen a uno siquiera un poquito en soledad.
Paulino Rivero tiene poco que ver con el reflexivo y ensimismado Adriano,aunque también haya construido en estos ocho años de gobierno sin alegrías un enorme muro alrededor de él mismo y de su política para las personas sin contar con las personas. Un muro más difícil de saltar que el de Juego de Tronos,pensado no para proteger a los demás,sino para protegerse él en exclusiva. Como guardianes de ese muro colocó ha contado el presidente con dos fervorosos campeones de su propio clan,doña Ángela Mena y Willy no doy una. La señora Mena se descolgó este fin de semana con unas gloriosas declaraciones de despedida,en calidad de consejera de la vivienda chicharrera o algo así,en la que no dijo ni pío ni de vivienda ni de ninguna otra de sus competencias,pero cantó las excelencias camelotianas del paulinato que por fin nos deja. Es de agradecer que los de casa hagan piña,y supongo que don Rivero le pagará a la señora algún otro convite en el Muro –o en La Muralla- para agradecerle el detalle. En cuanto a Willy,también le esta agradeciendo la lealtad indisimulada a su hijo putativo con una sofisticada operación de rechazo a la decisión del Parlamento de Canarias de nombrar un nuevo consejo rector del ente,operación para la que parece ha contado con el apoyo de Román Rodríguez,que de alguna manera tiene el hombre que agradecerle los tránsitos abonados desde la marca coalicionera en Gran Canaria a su partido.
Rivero se resiste a dejarnos,como un olímpico y viejo Dios con malas pulgas,pero el dios Cronos no deja respiro. Cuando llegue el mes de junio,aquí a la vuelta de la esquina,Rivero será historia,o al menos una parte de nuestra historia conventual. En cuanto a doña Ángela y Willy García y dos piedras,no creo que logren si siquiera el consuelo de una línea en los libros de recuerdos. Aunque alguna mención en los juzgados ya se llevan. Y parece que habrá más.