El denunciante que dio origen a las investigaciones de la Operación Corredor,el entonces empresario de la noche Carlos Calderón,ha asegurado hoy que «por culpa de no acceder a las acciones» que consideraba ilegales de «ciertas personas» ha sufrido un secuestro,le han llevado a la ruina,le han quemado la casa y le han intentado matar.
Calderón,que ha declarado en calidad de testigo ante el juez César Romero Pamparacuatro,ha afirmado a los medios después de su declaración que,entre «muchísimas cosas»,le pedían dinero para no ser denunciado por la actividad de su local de ocio nocturno.
El denunciante,que ha dicho que ahora no tiene recursos económicos ni para contratar a un abogado,ha asegurado que toda la información que tiene del caso le ha llegado por la prensa y ha afirmado que «todas las personas que intervienen en este asunto» le han «causado la ruina absoluta».
Carlos Calderón ha dicho que «esta gente sabe lo que hace y sabe protegerse» y ha insistido en que ha tirado diez años de su «vida a la basura» por «culpa de no acceder a las acciones» que consideraba ilegales de «ciertas personas».
Ha asegurado que ha pasado de tener un «nivel de vida altísimo» a «poco menos que mendigar» y ha recalcado que ha sufrido «acciones que rezan extremos muy duros».
«Me quedé sin mi negocio y sin mi casa,sufrí un secuestro,me manipularon el coche,atentaban contra mi vida,recibí amenazas y persecuciones constantes y atentaban contra mí de múltiples formas»,ha comentado Calderón.
Ha añadido que las acciones y las amenazas las recibió cuando empezó a tomar acciones ante las irregularidades,ya que,ha agregado,si se hubiese conocido lo que estaba bajo el secreto de sumario y su denuncia en Anticorrupción,seguramente «ya no estaría aquí».
Calderón también ha comentado que ha tenido dificultades para encontrar un abogado -hoy acudió sólo al juzgado a declarar-,ya que le «pedían cantidades que superaban los 20.000 euros» por defenderle. EFE