La Gomera celebró el pasado viernes el homenaje a sus vinos,justo poco después de que un estudio descubriera al mundo que su caldo por excelencia la forastera tiene una antigüedad de alrededor de cuatro siglos. Este hecho,revelado por una investigación financiada por el Cabildo de La Gomera y encargado por el Consejo Regulador a la Universidad de Tarragona,lo convierte en un producto absolutamente original en el ámbito europeo,en cuanto a singularidad y calidad.
La celebración tuvo lugar en San Sebastián y registró un gran éxito. En el acto estuvieron presentes el presidente del Cabildo,Casimiro Curbelo Curbelo,acompañado del vicepresidente,Juan Alonso Herrera y de la consejera de Desarrollo del Territorio,Ventura del Carmen Rodríguez Herrera. No por casualidad la institución insular participó en en la financiación del acto organizado por el Consejo Regulador de Vinos de La Gomera.
La fiesta se alargó hasta medianoche y registró un elevado nivel de público que abarrotó la plaza del Descubrimiento hasta el final de la noche. La celebración consistió en la venta de vino y actuaciones de música canaria. Durante la fiesta se recordó el contenido de este estudio,en el que se indica que las vides gomeras quedaron libres de la enfermedad de la filoxera que arrasó con los cultivos en toda Europa a principios del siglo XIX. Por ello,en la Isla Colombina se han mantenido variedades única en el mundo. De hecho en el Viejo Continente la vid más antigua apenas tiene algo más de un siglo,lo que da lugar a que en La Gomera se mantenga una uva que prácticamente es un fósil viviente por su calidad y antigüedad. La celebración del pasado viernes sirvió como una manera de celebrar este descubriento y las posibilidades que se abren a partir de ahora para los cultivos gomeros. «Contamos con un producto de gran calidad y en nuestra mano está el poder sacarle todo el rendimiento que nos sea posible»,dijo Curbelo.
El catedrático de Enología de la Universidad,Fernando Zamora que participó en esta investigación,indicó que los primeros trabajos se iniciaron hace ya dos años y remarcó que se centraron principalmente en la forastera,aunque no únicamente en esta variedad. Apuntó que a partir de ahora deben redactarse estudios complementarios para ir concretando más aspectos del estudio. La diferencia de la forastera tiene su origen en las características de Canarias y La Gomera: la insularidad y el aislamiento,lo que ha dado lugar a que se mantengan alejadas de plagas como la filoxera,un insecto que arrasó los viñedos de toda Europa. La catedrática de Enología,Francesca Fort,dijo que esta variedad tiene unas característica que la hacen «única» que la hacen «enorme e inimaginable». Por ello,dijo que La Gomera debería apostar por el enoturismo,un segmento que crece más el turismo convencional y que mueve a visitantes de alto poder adquisitivo.
En La Gomera se calcula que el auge de este cultivo se produjo a partir del siglo XVII,momento en el que se derrumba la plantación y comercio de la caña de azúcar,y se localizó sobre todo en el norte de la Isla. Al no haberse detectado ningún proceso volcánico,se calcula que las vides actuales datan del año 1450,momento en el que llegaron a la Isla. Durante este tiempo las cepas han estado expuesta a múltiples fenómenos y evolucionado de forma «lenta pero persistente»,lo que las ha convertido en únicas.
La causa de esta originalidad sería el cruce entre hermanos con una carga genética muy similar,pero con ciertas y mínimas diferencias. La segunda es la derivada de la necesidad de adaptación a las diferentes condiciones,lo que ha implicado procesos de selección natural a lo largo de siglos. La tercera es una mutación que da lugar a nuevas formas varietales dentro de la misma variedad,pero que difieren claramente del original. Y la cuarta y última se debe a la acción directa del hombre que ha actuado como un mejorador entre individuos de la misma o entre distintas especies.
Pero a la vez también se produce el fenómeno opuesto,conocido como erosión genética que da lugar a una pérdida de formas silvestres,de calidad y de recursos fitogenéticos. En este contexto sólo la utilización de variedades autóctonas o minoritarias puede dotar a los vinos de más tipicidad y características únicas que los hagan más especiales y apreciados al gusto del consumidor.
La forastera es el resultado de una particular forma de cultivar en La Gomera que se localiza en terrazas o bancales en terrenos accidentados. Esta variedad supone el 90% de la producción de la Isla,cuyos vinos ostentan la Denominación de Origen desde el año 2003. El estudio analizó 110 muestras para concluir que esta variedad presenta un perfil único y singular que se aleja de cualquier otro de los analizados hasta ahora por la Universidad.