¡La matanza de animales
parece de criminales!
 
Otra vez alzo la voz,
no me queda alternativa
ante tanta diatriba
que a todas luces dolió.
Díganme cómo hago yo,
porque mi entender no alcanza
a concebir la matanza
que en estos días se dio,
no sé por qué sucedió,
algo de tal repugnancia.
 
Será que ovejas y cabras
son especies invasoras
y quizás llegó la hora
de proceder a ‘escastarlas’
y hay que sacrificarlas
dejándolas en el sitio
para que coman los bichos,
encima de unos nacientes
de agua que bebe la gente
y ponerse en entredicho.
 
No se puede obrar a ultranza
ni acometer felonía,
alguna otra forma habría
que distara en semejanza
de tal horrible enseñanza.
La medida es discutible
por las ventajas posibles,
pero lo que es increíble
y parece inconcebible
es la actuación tan terrible.
 
¿La Gomera no se presta
o no hay gente preparada
para hacer una apañada
y encerrarlas en gambuesa?
Sé que requiere destreza
y el terreno no acompaña,
pero acaso no hay más mañas
sino el proceder bestial
contra este pobre animal
y mostrar sobrada saña.
 
Y pareciera inconsciente
esa forma de actuar
de querer exterminar
a todo bicho viviente.
¿Qué nos pasará a la gente
para usar tanta violencia
sin saber que no compensa?
¡Ay Dios mío qué locura!
Y qué forma tan oscura
de ganar la recompensa.
 
La Gomera ya ha perdido
casi la especie animal
y también la vegetal
está pendiendo de un hilo.
Muchos se muestran en vilo
por tan grave proceder
sin pretender reponer
ejemplares ya extinguidos,
que han quedado en el olvido
por nuestro modo de ser.
 
antonio luis de san pedro