Un centenar de vecinos de Valle Gran Rey reunidos en la tarde de hoy martes en el Centro de la Cultura dieron el visto bueno y se mostraron satisfechos con el proyecto del futuro mirador de Juan Rejón. La obra se ejecutará en el enclave en el que antiguamente se situaba una escuela y por ello el mirador está enfocado para el encuentro vecinal. A la reunión asistieron el presidente del Cabildo de La Gomera,Casimiro Curbelo Curbelo y los consejeros insulares de Turismo y de Carreteras,Fernando Méndez y Manuel Jesús Morales,respectivamente,naturales del pueblo. Igualmente estuvo presente el alcalde del municipio Miguel Ángel Hernández y el arquitecto de la obra,Ramiro Cuende. La reunión había sido convocada a iniciativa del Cabildo que quería conocer la reacción de los vecinos ante el nuevo proyecto.
Curbelo recordó una reunión anterior en la que los propios vecinos marcaron las pautas de por donde debería discurrir el futuro mirador. A partir de aquí según el presidente «todo aquel cúmulo de ideas están hoy sintetizadas en un proyecto que ahora será sometido al dictamen de los vecinos y que no seguirá avanzando si ustedes no lo quieren». Para Curbelo aunque existe un margen para los técnicos a la hora de diseñar esta actuación,acto seguido redundó en que serán los residentes de Valle Gran Rey los que seguirán marcando las pautas también en el futuro. De hecho,según Curbelo el Cabildo que preside «nunca dará un paso sin el consentimiento de todos ustedes. Nunca».
El presidente pidió comprensión a los vecinos para que estudien y acepten un proyecto que bajo su punto de vista «tiene un gran interés» en cuanto servirá como punto de encuentro de estos ciudadanos. Curbelo resaltó que ya disponen de la inversión de un millón de euros para la puesta en marcha de un espacio multifuncional y cultural que además servirá para rehabilitar este entorno. Méndez recordó que en la primera reunión «todo fue incertidumbre» ya que carecían de dinero y de proyecto. «Sin embargo hoy podemos decir que contamos con ambas cosas y por ello para nosotros supone un éxito el poder hablar hoy de realidades». Los vecinos valoraron que se recupere este entorno hoy degradado y el carácter social que se le quiere dar a la obra frente a otros miradores más enfocados a la actividad turística.
Cuende calificó el futuro mirador como «un lugar para el encuentro y para recuperar la historia».
El proyecto fue definido por su autor como «un ejemplo de arquitectura sobria que es lo que nos gusta hacer». El diseño según Cuende se basó en todo momento en el edificio de la antigua escuela,»porque está claro que es la pieza definitiva de este entorno. Nos negamos rotundamente a tirar un pieza tan importante de la historia del pueblo». De hecho,Cuende subarayó que la futura obra,»tiene más significado por el lugar donde se construirá que por sí misma». En cuanto a los usos dijo que había gran variedad de posibilidades como la de optar por un lugar de encuentro vecinal,cultural,educativo… «El lugar es lo suficientemente potente como para que actuemos en esa dirección y en ese sentido». Cuende dijo que el plazo de ejecución de la obra será de ocho meses una vez que se inicie.