Un taxi híbrido,modelo Toyota Prius,ha explotado en Barcelona y estuvo a punto de provocar una tragedia. El conductor y los dos ocupantes del vehículo quedaron heridos,ante la estupefacción de los vecinos que acudieron en su auxilio. El techo salió disparado 40 metros y cayó en la terraza de un bar cercano. La onda expansiva ha roto los cristales de un autobús y de los portales cercanos aunque,a pesar del susto,solo dos jóvenes han tenido que ser atendidos.
Tras la explosión continuaba saliendo gas del vehículo,de modo que los bomberos han tenido que extraerlo y evaporarlo para que no causara más daños,además de acordonar la zona para evitar daños adicionales.
Toyota España considera «técnicamente imposible» que un Prius de serie y sin modificaciones explote en las condiciones de la deflagración que ha ocurrido en un taxi de Barcelona este miércoles,pero éste había sido modificado por un tercero con una instalación de Gas Licuado del Petróleo (GLP),conocido popularmente como autogás.
Según ha informado la automovilística en un comunicado,la instalación de GLP ha sido realizada por un tercero «completamente ajeno a Toyota o su red de Concesionarios»,pero ha desplazado a un ingeniero con el que espera acceder al vehículo y emitir un dictamen técnico con sus conclusiones. La empresa desaprueba modificar sus vehículos mediante la instalación de GLP,ya que dichas instalaciones modifican sustancialmente las condiciones de funcionamiento y «no cumplen los requisitos que Toyota Motor Corporation exige para su aprobación técnica».
El taxi que explotó tenía «dos o tres semanas»,según ha explicado este jueves a Europa Press Manolo Otero,responsable del taller Manusan,que hizo la instalación de GLP en el vehículo. Según su relato,había un marcador de gas instalado en el vehículo que no marcaba bien y debía esperarse a una pieza de repuesto,ante lo que pidió al taxista que por ahora el coche no funcionara con el GLP sino con gasolina,pero «lo cargó igualmente» de gas.