En Francia la literatura del siglo XX tampoco estaba constreñida por sus fronteras. Como una planta de un jardín japonés algunas se pueden cultivar fuera de su ambiente natural conservando sus caracteres. Albert Camus es un ejemplo de esa aclimatación. Nació en Dréan,una localidad de la costa este de Argelia,que durante el periodo colonial francés era conocida como Mondovi y por el apelativo de «le Petit Paris»,un 7 de noviembre de 1913. Nunca conoció a su padre,Lucién,que trabajaba como obrero en un viñedo y que murió durante la Gran Guerra en el Marne. La madre de Camus,Catherine Helene Sintes,de origen español,era medio sorda y casi analfabeta. Durante su infancia vivió en el barrio argelino de Belcourt donde convivían voces francesas,árabes,españolas e italianas. En este entorno norteafricano encontró la fuente de la liberación que marcó su infancia y juventud. Al enfermar de tuberculosis siguió convencido de que la vida es injusta. Sin embargo,en lugar de hundirse en un pesimismo estéril y destructivo,responde desarrollando un gran apetito por la vida.
El interés de Albert Camus por España,como señala Blanca Jiménez,nace con la busca de sus raíces. Así llegó hasta sus bisabuelos,Margarita Cursach y Miguel Sintes ,casados en Menorca. El último descubrimiento sobre su familia lo encontró en su abuela materna que había nacido en San Luis,pueblo cercano a Mahón,en 1857. Desde su origen humilde,y durante toda su vida,Camus vio que su futuro era un combate singular. Después de unos estudios primarios difíciles llegó a la Universidad de Argel que sería la cuna de la resistencia cultural argelina. Fundó la Casa de la Cultura de Argel y publicó “Revuelta en Asturias” (1934) como escritor próximo del Frente popular. Escribió ensayos como “El derecho y el revés”(1937) y “Bodas” (1939). Pero a los veinticinco años marchó a Paris. Entonces Camus dejó correr la cortina de su ingenio afilando las contradicciones vitales y destacando como magnífico periodista. Mientras,se integró en el grupo de resistencia “Combat” durante la segunda guerra mundial.
Su inquietud le llevó a conocer la doctrina filosófica del existencialismo inspirada principalmente en las ideas de Kierkegaard y Heidegger. Y Albert Camus orienta un ideal que salva los altos valores morales tantos más evidentes cuanto mayor es su convicción del absurdo de la vida y naturaleza del ser humano. Se cita la influencia que han ejercido en su obra escritores como A. Malraux o de J. P. Sartre,pero también tuvo influencia de algunos escritores españoles. Además de su actividad como periodista escribió ensayos como “El mito de Sísifo” (1942) y novelas y relatos como “El extranjero” (1942),“La peste” (1947),“El estado de sitio” (1948) que está ambientada en la ciudad española de Cádiz,“La caída” (1956) y obras teatrales como “Calígula” (1945) y diversas adaptaciones como “Réquiem por una mujer” de W. Faulkner (1957) y “Los endemoniados”,de F. Dostoievski (1959).
Pero no sólo la política española influyo en el gran autor francés. Entre las muchas novelas que Camus adaptó al teatro,su gran afición,se encuentran “El Caballero de Olmedo” de Lope de Vega y “La Devoción de la Cruz” de Calderón. También pensó adaptar “El Burlador de Sevilla” de Tirso de Molina y “El mágico prodigioso” de Calderón. Mucho interés tiene en su obra y su simpatía por España su romance con la actriz española María Casares. A través de María se interesó por la obra de Pérez Galdós. María Casares,la musa del escritor y figura clave en sus ideas y en su vida,era hija de Santiago Casares Quiroga,jefe de Gobierno de la República con Manuel Azaña. Albert Camus fue Premio Nobel de Literatura en 1957. Murió en accidente automovilístico en Villeblevin,departamento de Yonne,el 4 de enero de 1960. Con su muerte Francia perdió a un gran escritor y España a un gran amigo.
(*) MANUEL HERRERA-HERNÁNDEZ
de la Asociación Española de Médicos Escritores