La directora de la gala Starlite y el director del portal de cine Filmotech revolucionaron a la octava isla este fin de semana con un enlace de ensueño. El novio llegaba hasta la pequeña iglesia de Caleta de Sebo en bicicleta y la novia hacía lo propio en un coche eléctrico acompañada por unas chinijas gracioseras en sus respectivas bicicletas a juego.
Los compases del pasodoble Islas Canarias sonaban por los altavoces de la pequeña iglesia de La Graciosa construida por los vecinos en honor a la Virgen del Mar momentos antes de que los más de 300 invitados comenzaran a tomar sus asientos para asistir al enlace matrimonial de Paola García-Sanjuán y Juan Alía Mateo. Una boda que ha revolucionado a la octava isla desde el mismo momento en el que empezó a correr la noticia que serían muchos los famosos nacionales e internacionales los que se iban a desplazar hasta la octava isla.
La directora de promoción de la gala Startlite (una plataforma filantrópica respaldada por Antonio Banderas) Paola García-Sanjuán y el director de Filmotech (un portal de cine y televisión del productor y presidente del Atlético de Madrid,Enrique Cerezo),Juan Alía Mateo se daban el sí quiero pasadas las dos y veinte de la tarde de ayer en una iglesia que tuvo que colocar sillas en el exterior para acoger a los 350 invitados.
«Pao,tú ya eres para mí lo primero,lo más grande y lo más bonito para mí. ¿Quieres ser mi esposa?»,fue la declaración de amor de Juan Alía a la joven tinerfeña. «Sí Juan,quiero ser tu esposa,quiero ser tu alegría,tu apoyo,tu confidente,tu fuerza. Yo también quiero que mi amor te haga feliz durante toda la vida porque te quiero sin condiciones»,aseguraba Paola entre una atronadora salva de aplausos.
Pero la boda comenzaba mucho antes cuando los jeeps que se utilizan en La Graciosa para desplazarse por sus escarpados caminos iban y venían con algunos de los invitados. Y es que a falta de limusina bueno son otros cuatro por cuatro de alquiler que cambiaron por unas horas las excursiones por la isla por el de taxis para bodas.
Como suele ser tradicional,fue el novio el primero en llegar hasta la iglesia,aunque con la particularidad que lo hacía montado en bicicleta,junto a un grupo de amigos. Una imagen que se asemejaba a la mítica serie televisiva de Verano Azul. Fue la primera de las sorpresas de una boda que fue la atracción de más de un centenar de personas,entre gracioseros y turistas
Allí le esperaba la madrina y madre de Juan,Paloma Mateo. Momentos después era la novia la que llegaba a la iglesia en un pequeño vehículo eléctrico acompañado de su padre y padrino,Pedro García-Sanjuán,el que fuera dirigente del CD Tenerife y actual cónsul de Chile.
El coche eléctrico fue escoltado por unas particulares damas de honor montadas también en bicicleta. Unas chinijas gracioseras que no eran otras que Gahia,Alexia,Sol,Diana y Paola. Y es que el pueblo de Caleta de Sebo y sus vecinos estuvieron muy presentes en varios de los momentos de la ceremonia.
Bajo los acordes de la canción Solamente tú de Pablo Alborán,la novia entraba en la iglesia de la Virgen del Mar luciendo un espectacular traje diseñado por los tinerfeños Marco&María. Fue uno de los instantes más emocionantes.
«Por todos los que hemos vecino a acompañaros. Para que la Virgen nos proteja bajo su manto y nos ilumine en el camino,roguemos al Señor». Con estas palabras el sacerdote,que vino expresamente desde Madrid para oficiar la boda ponía fin a la ceremonia religiosa. La lluvia nunca vuelve hacia arriba del tinerfeño Pedro Guerra y Color Esperanza de Diego Torres fueron las dos últimas canciones que daban la bienvenida al nuevo matrimonio.
La alegría de Paola y Juan era tan evidente que no dudaron en abandonar la iglesia bailando al ritmo del tema de Diego Torres. «Me ha gustado mucho la boda»,señala Juanita Hernández,una vecina de Caleta de Sebo que como muchas de sus paisanas no dudaron en acercarse hasta la iglesia. «Mi marido se estará preguntando a dónde he ido»,sonreía.
Posteriormente,la comitiva nupcial enfiló la avenida Virgen del Mar para dirigirse al centro sociocultural que se había acondicionado para el banquete. Las cuatro jaimas instaladas junto al centro sociocultural Inocencia Páez para celebrar el convite estaban decoradas con toques árabes. Se esperaba incluso que una batucada pusiera al filo de la medianoche el ritmo suficiente para que los invitados aguantaran hasta el amanecer.
Una celebración en la que se sirvió un cóctel elaborado a base de platos típicos de la isla,aunque más sofisticados. Pastel de atún isleño,chips de morena y batata,croquetas de chipirones,lapas con mojo de cilantro,ensalada de papaya con salmón ahumado,cabra confitada en su jugo y postre de helado de tomate con queso de cabra eran algunos de los manjares que se sirvieron durante la noche.
Las famosas carretillas que los gracioseros utilizan como carro de la compra por las calles de arena de Caleta de Sebo se usaron para transportar las cervezas. Y por su puesto,tampoco falto el cava. Porque una boda bien que lo vale.