La veintena de inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas [en inglés OPCW],encargados de acabar con todo el arsenal químico del régimen de Bashar Asad de aquí a junio de 2014,ha comenzado a destruir este tipo de armas en suelo sirio,asegura una fuente de la misión.
Según esta fuente,los miembros de la misión conjunta de dicha organización con Naciones Unidas «se encuentran en un sitio en donde ya ha comenzado las tareas de verificación y destrucción de armas».
Ya el jueves,la ONU confirmaba que este equipo de expertos en armas químicas había hecho «progresos iniciales alentadores».
Entre las acciones a acometer -todas ellas de manera inmediata- se incluyen la voladura de mezclas y misiles de entrega,aplastamiento con tanques de proyectiles vacíos o el llenado de éstos con cemento,y hacer funcionar máquinas sin lubricante para que queden absolutamente inservibles.
El parque de sustancias químicas con el que cuenta el régimen consta presumiblemente de al menos 1. 000 toneladas de gas sarín,vapor mostaza y otros agentes prohibidos por la Convención sobre Armas Químicas de 1997.
Estos elementos tóxicos están distribuidos como mínimo en 45 depósitos distintos del país,lo cual dificulta enormemente el cometido de los verificadores de la OPCW dado el mapa de guerra actual y su acceso a las regiones en conflicto.