ELENA HERNÁNDEZ El botellón ha pasado a mejor vida. Métodos mucho más peligros y sofisticados se han puesto de moda. Ahora,lo mejor para colocarse rápido y no dejar rastro de la borrachera al llegar a casa es beber alcohol por los ojos,empapar el vodka en tampones o absorber ron a través de inhaladores.
Se trata de nuevas formas de consumo del alcohol que,importadas de Reino Unido y Estados Unidos,se están haciendo hueco entre los jóvenes canarios. Aunque los médicos alertan de su «fulminante efecto» en la salud,ser el más osado del grupo o imitar los miles de vídeos que circulan sobre estas locuras en internet parecen ser razones de peso para echar el vaso a la basura y empinar la botella hacia el ojo.
Son rápidas y baratas. Entre estas escalofriantes modas para emborracharse la que más adeptos suma es la llamada eyeballing,una amenaza para la salud de los adolescentes que consiste en aplicar,de forma directa,el alcohol sobre la mucosa ocular. Al hacerlo por el ojo y no por la boca,se alcanza antes el riego sanguíneo y se reduce el tiempo de espera para lograr el subidón. Aunque en Canarias está peripecia es,por ahora,residual,su rápida difusión por internet promete un incremento seguro. Y es que en Youtube o Facebook,los vídeos o grupos de jóvenes que toman el chupito de vodka por el ojo proliferan día tras días.
Pero no es la única. Entre las féminas,la nueva hazaña en usanza es el tampodka,también conocido como tampax on the rocks. Esta fórmula para colocarse en tan solo unos minutos radica en impregnar la bebida,generalmente vodka,sobre uno de estos artículos de higiene produciendo una absorción con mayor celeridad. Además,cogerse el pedo por estos otros derroteros evita,inicialmente,llegar a casa con aliento a fiesta,un efecto que las convierte en aún más populares para así evitarse la charla paternal tras la marcha.
El desafío y los retos al consumir en grupo parece ser otra de las razones para optar por las nuevas extravagancias de la noche. Es lo que generalmente ocurre con los oxy-shots,una práctica que llegó a España en el verano de 2011,y que consiste en consumir bebidas alcohólicas en dispositivos de inhalación junto con oxígeno pasando así directamente a los pulmones.
Aunque todavía no hay publicaciones científicas sobre estas modas,lo médicos alertan de su peligro. La ceguera,el dolor ocular,las infecciones vaginales o anales y el «efecto fulminante» de las intoxicaciones etílicas son sus principales consecuencias. Y es que «debe ser como echarse lejía en el ojo o en las zonas íntimas»,apuntan los especialistas. Detectar el problema y prevenirlo antes de que genere problemas para la salud es lo mejor ante estas nuevas prácticas.