El conflicto entre la dirección del PSOE y los socialistas gallegos,que parecía encarrilado desde hace un mes,volvió a estallar este lunes con toda virulencia. El secretario general del PSdeG,Pachi Vázquez,ignoró las sugerencias de la ejecutiva federal y,en abierto desafío a Alfredo Pérez Rubalcaba,anunció que mantiene su propósito de celebrar unas elecciones primarias el próximo 1 de junio para que los militantes manifiesten sus preferencias sobre el próximo líder del partido en Galicia. Tanto Rubalcaba como la mayor parte de los miembros de la dirección le advirtieron de que esa fórmula contraviene los estatutos del partido,que solo permiten la consulta directa a las bases para elegir candidatos electorales y no los secretarios generales de cada una de las organizaciones territoriales. Pero Pachi Vázquez —que en los últimos días había intentado sin éxito alcanzar un acuerdo con Rubalcaba— les comunicó que el próximo viernes propondrá su propia fórmula ante el comité nacional del PSdeG,el máximo órgano entre congresos.
La bronca de los socialistas gallegos con el PSOE había estallado a finales de febrero,cuando Vázquez —en una precaria situación interna tras su fuerte derrota ante el PP en las elecciones autonómicas del pasado octubre— anunció el inicio de nueva etapa para dar la voz a la militancia y consagrar la democracia interna. Vázquez llevó su propuesta al comité nacional y logró el apoyo abrumador al para convocar unas primarias a la secretaría general el 1 de junio,previas al congreso gallego previsto para el 6 de julio.
La ejecutiva federal salió de inmediato al quite blandiendo la letra de los estatutos. Rubalcaba y sus colaboradores esgrimían además los resultados del último congreso federal,en el que un 80% de los delegados rechazó la fórmula de primarias para elegir secretario general. Vázquez replicaba con que las circunstancias han cambiado mucho desde entonces y que el PSOE necesita gestos de apertura a las bases si quiere garantizar su supervivencia.
Tras varios días de tira y afloja,se llegó a un prinicipio de acuerdo. La dirección federal aceptaba que los militantes manifestasen sus preferencias sobre el mejor aspirante para dirigir el partido durante el proceso de elección de delegados. El sistema consistiría en que los candidatos a delegados se agruparían en listas encabezadas por cada uno de los aspirantes a la secretartía general. Vázquez aceptó la solución en primera instancia,pero se encontró con que importantes dirigentes que lo habían respaldado en su pulso rechazaban un modelo que consideraban unas “primarias descafeinadas”. Entre ellos estaban el candidato favorito para alcanzar la secretaría general,el presidente de la Diputación de Lugo,José Ramón Gómez Besteiro,y el líder del partido en A Coruña,el exministro de Justicia Francisco Caamaño.
Desde hace días,Vázquez mantenía discretas negociaciones con miembros de la ejecutiva federal para tratar de convencerles de que cualquier modelo que no se asemejase a unas primarias iba a provocar un fuerte rechazo en el PSdeG. Pero Rubalcaba no quería separarse ni un ápice de lo pactado el pasado marzo. Y el líder del PSdeG se presentó este lunes en Madrid ante la ejecutiva federal con el anuncio de que seguiría adelante con las primarias puras. La dirección le advirtió de que la convocatoria de una consulta así tendrá que ser refrendada antes por el comité federal del PSOE. Ese órgano no se volverá a reunir hasta finales de julio,lo que impediría celebrar antes la consulta y el congreso gallego. Según fuentes próximas a la ejecutiva federal,la postura de Rubalcaba contó con el respaldo de los otros líderes territoriales con asiento en la ejecutiva,el vasco Patxi López,el castellano manchego Emiliano García Page y el presidente del Principado de Asturias,Javier Fernández. Pero Vázquez ya iba con la idea de seguir adelante con su plan. Si,como parece,le apoya el comité nacional,el próximo viernes consumará el desafío y convocará las primarias para el 6 de junio.