El rey Mohamed VI de Marruecos recibió este miércoles en el Palacio Real de Fez al Enviado especial del Secretario General de la ONU para el Sahara Occidental,Christopher Ross,a quien reiteró que el proyecto de autonomía marroquí «es una solución abierta y creíble capaz de poner fin al conflicto».
Según un comunicado del Gabinete Real,Mohamed VI subrayó «la plena cooperación de Marruecos en los esfuerzos de la ONU»,así como «su firme voluntad para ir hacia adelante en la búsqueda de una solución justa y realista».
El monarca marroquí afirmó que «las otras partes -en alusión al Frente Polisario y a Argelia- deben también mostrar un espíritu de compromiso y de apertura similar» al de Marruecos,y destacó los trabajos realizados por el Consejo Económico,Social y Medioambiental (CESE,siglas en francés) sobre el modelo de desarrollo económico en el Sahara.
El CESE ha hecho públicos dos estudios inusualmente críticos sobre la gestión económica y política en las que Marruecos llama «provincias del sur»,aunque sin poner en duda en ningún momento la soberanía sobre el territorio.
«Estos trabajos serán la piedra angular para poner en marcha de forma eficaz el proceso ya iniciado de la regionalización avanzada»,en alusión al plan de autonomía preconizado por Marruecos para el Sahara que todavía está por conocerse.
A finales de marzo,el diplomático estadounidense realizó un viaje a Rabat,en el marco de su gira por la región,pero no pudo ser recibido por el monarca porque éste se encontraba de gira por varios países del África subsahariana.
Durante ese viaje,en el que también visitó las ciudades de El Aaiún y Dajla,en el Sahara Occidental,Ross se limitó a decir que la solución al conflicto es «más urgente que nunca» dada la inestabilidad en la región del Sahel.
Marruecos retiró en mayo de 2012 su confianza a Ross como mediador en el contencioso saharaui al considerar que no había conseguido «ningún avance verdadero» en el proceso de negociaciones.
Sin embargo,en agosto el secretario general de la ONU,Ban Ki-moon conversó con el rey Mohamed VI para consensuar la permanencia en el cargo de su enviado especial.