POR Claudi Pérez .- En medio de una extraña ceremonia de la confusión,los socios del euro empiezan a rectificar las polémicas condiciones del rescate a Chipre. Los ministros de Finanzas de la eurozona han dado en la noche del lunes marcha atrás —parcial,al menos de momento— en la controvertida decisión de que todos los depósitos bancarios,independientemente de su cuantía,paguen una parte del rescate chipriota. Ante los riesgos de acabar con la precaria estabilidad financiera en el Sur,los ministros corrigieron ese acuerdo en una rápida reunión por videoconferencia —solo dos días después de su aprobación—,para recomendar ahora al Ejecutivo chipriota que garantice totalmente los depósitos por debajo de los 100.000 euros,el listón que protegen todos los fondos de garantía europeos. Pero será Nicosia quien tome la decisión final,según las fuentes consultadas. Eso sí,en todo caso el Gobierno del país “introducirá mayor progresividad” en el gravamen a los depositantes,destinado a recaudar 5.800 millones de euros para completar el salvavidas europeo de 10.000 millones,según el comunicado del Eurogrupo.
El varapalo a los depósitos,por ahora,sigue ahí: en manos de Nicosia está imponer o no una quita a todos los depósitos,los superiores y también los de menos de 100.000 euros. España defendió que no haya gravamen por debajo de esa cifra. Pero de momento lo único seguro es que finalmente la tasa será menos dura para los pequeños ahorradores,con el objetivo de facilitar la aprobación del rescate en el Parlamento chipriota.
Bruselas considera que esa tasa,que se aplicará una sola vez,no es en puridad una quita a los depósitos bancarios chipriotas,pese a que gravamen y quita se parecen como dos gotas de agua. Tras culpar a Nicosia de ser el único responsable de la decisión de gravar también los depósitos inferiores a 100.000 euros,los socios del euro lanzaron un aviso a navegantes: “El Eurogrupo continúa creyendo que los pequeños depositantes tienen que ser tratados de forma diferente respecto a los grandes depositantes y reafirma la importancia de garantizar completamente los depósitos de hasta 100.000 euros”,según el ambiguo comunicado firmado por el presidente del Eurogrupo,Jeroen Dijsselbloem. Con las sucursales cerradas y el comprensible malestar de los chipriotas,el resultado final sigue en el aire.
A la fuerza ahorcan: pese a esa rectificación,los socios del euro no se mueven ni un ápice en los grandes números. Los depósitos chipriotas deben aportar 5.800 millones al rescate,para completar los 10.000 millones de los contribuyentes europeos. De esa manera se matan dos pájaros de un tiro: se hace pagar parte de los platos rotos a los depósitos rusos en la isla,y se facilita la luz verde al rescate en Alemania y el resto de países reacios a rascarse el bolsillo. Austria y Luxemburgo admitieron que las condiciones pactadas el sábado fueron un error. Según el acuerdo anterior,los depósitos de hasta 100.000 euros debían pagar el 6,75%,y a partir de esa cifra,el 9,99%. Se especula con que Nicosia se decante por una tasa del 3% hasta 100.000 euros (con una parte exenta,hasta 20.000 euros),del 10% a partir de esa cifra y del 15% a partir de los 500.000 euros.
El paso atrás de la eurozona demuestra que nunca es fácil romper un tabú. El Eurogrupo traspasó una frontera inviolable —hasta ahora— dentro del euro: la protección total para los depósitos. Esa medida encendió la mecha de la incertidumbre,que hace temer por un eventual efecto contagio. «El acuerdo partía de buenas intenciones,pero contiene errores notables»,dijo Zsolt Darvas,de Bruegel. Fuentes financieras explicaron que el error consiste en destruir la seguridad total en los depósitos hasta 100.000 euros,algo que complica la gestión de futuras crisis: si los ahorradores temen por su dinero,lo retirarán en cuanto sospechen que puede haber dificultades.