La colaboradora de EL PAÍS en Cuba,Yoani Sánchez,fue retenida el jueves junto a su marido,el también periodista Reinaldo Escobar,y otra persona más no identificada,cuando se dirigían a la localidad de Bayamo a informar del juicio contra el español Ángel Carromero,que comenzó este viernes. La noticia fue confirmada por Elizardo Sánchez,presidente de la ilegal Comisión Nacional de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional,quien aseguró que en las últimas horas han sido detenidos otra media docena de activistas de Derechos Humanos en la zona de Bayamo. Sánchez y Escobar están siendo trasladados a La Habana,según informa el bloguero oficialista Yohandry Fontana.
«Creemos que son detenciones temporales y que todos serán liberados una vez el juicio quede visto para sentencia»,afirmó Sánchez,aclarando que este tipo de retenciones arbitrarias son comunes en este tipo de circunstancias. Según Sánchez,la bloguera cubana fue detenida el jueves alrededor de las seis de la tarde y aproximadamente a la una de la madrugada pudo ponerse en contacto telefónico con su hijo en La Habana para explicar la situación. EL PAÍS no consiguió ponerse en contacto con Sánchez por teléfono hasta esta mañana.
El fotógrafo Orlando Luis Pardo aseguró,vía telefónica desde Cuba,que habló con el hijo de la pareja de periodistas,Teo,quien le dijo que Sánchez había llamado a su casa en la tarde del jueves para decir que se encontraba retenida en el Departamento de Instrucción de Bayamo.
Blogueros oficialistas dijeron en medios digitales que las retenciones pretendían evitar un «show mediático» alrededor del juicio contra Ángel Carromero,que comenzó el viernes por la mañana en el tribunal de Bayamo,provincia de Granma,a unos 750 kilómetros al este de La Habana,donde hay importantes medidas de seguridad y controles policiales,según aseguran periodistas extranjeros desplazados a dicha localidad. Algunos periodistas pueden presenciar el juicio,aunque desde una sala contigua y sin material de grabación. Carromero está acusado de homicidio imprudente por el accidente de tráfico en el que murieron los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero,el pasado 22 de julio. La Fiscalía pide siete años de prisión para el español y la Defensa su absolución.