Ello es el reflejo de que la sociedad gomera,y en particular la clase obrera,es consciente de la regresión de los derechos laborales,plasmados en la última reforma laboral del gobierno del Partido Popular,y que agravan considerablemente las condiciones laborales y los derechos del trabajador,y suponen la constatación de que las políticas que se aplican para orientar al país a una salida de la crisis se ceban irremediablemente con los menos pudientes,con los sectores sociales más débiles,y en consecuencia ponen en situación complicada a muchas familias,ya desprotegidas y con pocos recursos,ya que lejos de contribuir a la generación de empleo,tienden a seguirlo destruyendo por favorecer en demasía el despido,así como merman la protección del trabajador.
Lejos de los propósitos de algunos,empeñados en desvirtuar el derecho a la huelga y su fin,el sindicalismo y la capacidad e inteligencia de quienes quieren participar en actos como el de hoy,La Gomera,como no podía ser de otra forma,ha hecho efectiva su postura sobre una reforma injustificada,dejando constancia de que los trabajadores no aceptan que en una crisis,que no tiene origen laboral,pueda pretenderse desde un gobierno,hacer recaer el grueso de los sacrificios sobre sus economías y sus derechos: ¡Que se sacrifiquen los culpables!