«No hubo gritos en ningún momento como se ha dicho en algunos medios. La gente estaba preocupada,pero no se desató el pánico»,asegura en declaraciones a Europa Press uno de los pasajeros,Francisco Díaz.
La reacción de Díaz fue «más de tristeza que de miedo» porque en el momento,que fue un «estruendo tremendo»,pensó «que el avión se caía». Luego,según iban quemando queroseno para poder aterrizar de nuevo en Madrid se dio cuenta de que la cosa parecía estar bajo control y se tranquilizó.
Según relata Díaz a pocos instantes del impacto se informó por megafonía de que el avión había impactado con una bandada de pájaros y que era necesario volver a aterrizar.
Otro de los pasajeros,que sacó fotos dentro y fuera del avión con su teléfono móvil y que prefiere no decir su nombre,destacó por encima de todo el «comportamiento ejemplar de azafatas,pasaje y de toda la tripulación de Iberia»; resaltando por encima de todo a «esos pilotos» que les llevaron «sanos y salvos a tierra de nuevo».
«Todo el mundo se comportó como titanes y la tripulación lo hizo con una tranquilidad ejemplar»,aseveró,reconociendo además que se saltó todos los protocolos porque encendió su móvil y mandó un mensaje a su mujer e hijos. «Estaba asustado»,contó.