El pasado jueves 22 de septiembre,en pleno extraordinario el ayuntamiento de Valle Gran Rey acordó por unanimidad manifestarse contrario,en los términos en que está redactado,al Proyecto denominado “Reposición de Infraestructuras Hidráulicas Barranco de Valle Gran Rey”,conocido por todos los vecinos como “La obra del Estrechamiento del Barranco”. No obstante,pese a la iniciativa de nuestros representantes municipales dicha obra ya se ha iniciado.
En principio,si no hiciéramos un análisis pormenorizado y desde el punto de vista puramente económico,deberíamos alegrarnos por esta noticia,ya que dada la actual coyuntura casi cualquier inversión que se realice en el municipio es bienvenida. Ahora bien,no debemos olvidar que tales inversiones tendrán que aportar tanto beneficios económicos a corto plazo,como evitar la pérdida de ingresos durante su ejecución y posteriormente,una vez concluida la obra.
En relación a los beneficios que aportará esta obra al municipio,no es necesario ser catedrático en economía para afirmar que no se contará con las pequeñas constructoras municipales,debido a que las condiciones impuestas para su participación son imposibles de asumir por éstas. Nos queda el consuelo de que al menos el personal contratado será del municipio…pero nuestro gozo en un pozo: las empresas adjudicatarias tienen a sus propios trabajadores,y además,cuentan con un largo listado de trabajadores parados que ya han estado en su nómina y están deseosos de reincorporarse. Así pues,no nos engañemos,el beneficio económico para la población local será mínimo. Les invito a que vayan al vecino municipio de Hermigua y pregunten a la propia población,los beneficios para la economía local que la obra del encauzamiento del barranco de su municipio les ha aportado: se sorprenderán.
Por otro lado,no debemos olvidar que el motor económico de nuestro municipio,aunque venido a menos,es el sector turístico,siendo aún más relevante su importancia en la parte baja,y una obra de tal envergadura,-con los problemas de ruido,ajetreo y polvo que ocasionaría- sería la estocada final para un sector que parece empieza a remontar. Y créanme que no es catastrofismo,es una realidad,ya las tour operadoras se han mostrado preocupados por la realización de dicha obra y la incidencia sobre los turistas. De igual manera,los pequeños propietarios de apartamentos de las zonas próximas,verán aparecer una nueva constante a sus vidas durante los dos próximos años: las quejas de sus clientes.
Podemos pensar no obstante,que quizás la obra a corto plazo no sea la panacea económica para el municipio,pero seguro que una vez ejecutada nos aportará un plus de calidad turística. Siento negar esta máxima igualmente.
Según expertas fuentes consultadas,el proyecto tal y como está establecido,debido al caudal de salida del agua motivado por el nuevo cauce,provocaría con mucha seguridad que la playa se fracture. Cómo vemos nuevamente,en vez de aportar progreso y economía al municipio,destruiremos parte de los recursos turísticos y de disfrute de los vecinos.
Y seguimos. Hagamos una reflexión de niños de colegio: ¿qué nos gusta ver cuando salimos a otra isla,comunidad o país por viaje de placer? ¿Nos gusta encontrarnos paisajes o infraestructuras como las que ya hay en nuestro territorio,o por el contrario mientras mayor diferencia,más fascinante nos parece?. Así es,los turistas que nos visitan no vienen buscando pavimentaciones de cemento,aceras de varios metros o jardines con mantos de césped. Eso ya lo tienen en los complejos de otros muchos lugares de destino de turismo de masas,y en sus lugares de origen.
Dicho todo esto,no entro en una contradicción si afirmo que barranco de Valle Gran Rey en su parte baja requiere de una pronta actuación. Sí así es,pero una actuación que en ningún caso debe ser justificada por la seguridad ciudadana,puesto que con el cauce natural,y evitando que la gente establezca cuartos de aperos o corrales en él,es casi imposible que ocurra ninguna catástrofe (el riesgo cero no existe).
El barranco requiere una intervención,sí,pero motivado por el estado de degradación en que se encuentra,una intervención de recuperación donde se naturalice el territorio. Una obra que,además de costar varios millones de euros menos,y minimizar los impactos negativos,crearía empleo local,ya que estas operaciones medioambientales requerirían mayoritariamente personal y no maquinaria pesada,que es donde las empresas e ingenieros redactores y de ejecución obtienen pingües beneficios,obcecándose por ende en tales actuaciones.
Parece claro que aún cuando ha quedado demostrado que el sistema económico del cemento debe ser regulado,aún cuando desde el gobierno central se constituye la Ley de Economía Sostenible para incentivar y acelerar el desarrollo hacía una economía más competitiva e innovadora,tomando la sostenibilidad del territorio como pilar fundamental,aún cuando aspiramos a ser Reserva de La Biosfera y diferenciarnos medioambientalmente,aún con todo ello,vemos como en nuestra Isla se actúa a contracorriente al copiar modelos caducos…en fin…migajas para hoy,hambre para mañana.