Este viernes,2 de septiembre se cumplen diez años del fallecimiento del intelectual gomero,Gumersindo Trujillo Fernández,nacido en el municipio de Vallehermoso en el año 1933.
En este sentido,el Ayuntamiento de esa localidad,tiene previsto organizar en los próximos días un acto en recuerdo del que fuera rector de la Universidad de La Laguna,presidente del Consejo Consultivo de Canarias y catedrático de Derecho Político,“una de las personalidades más relevantes de Canarias,referente del constitucionalismo federal español” según señala el alcalde de Vallehermoso,Jaime Noda Morales.
El Edil indica que “estamos en estos instantes en contacto con la familia para poder coordinar la celebración de un homenaje sencillo,que consistirá principalmente en la colocación de una placa en su casa natal,como una forma de dejar constancia del orgullo que los vecinos y vecinas de Vallehermoso tenemos por haber contado en el municipio con un paisano de estas características”.
Gumersindo Trujillo como joven estudiante Trujillo se fue de La Gomera para estudiar en La Laguna la estricta carrera de derecho en un contexto histórico que marcaría el resto de su vida.
La Dictadura sin duda fue artífice de que Trujillo fuera un activista profundamente convencido y entregado a la causa de la democracia. Sus inquietudes vitales le llevaron por varias universidades españolas,francesas e italianas,pero siempre tuvo su trozo de alma en La Gomera.
En 1958 comenzó su carrera como profesor universitario en la disciplina de Derecho Político y en la década de los sesenta redactó la primera obra de una línea de investigación que le convertiría en referente nacional del constitucionalismo federal español. En 1975 avalado por un prestigio intachable,Gumersindo Trujillo logra la plaza de Catedrático de Derecho Político de la Universidad de Santiago de Compostela y posteriormente la misma categoría en el área de Teoría del Estado y Derecho Constitucional del centro compostelano.
Durante los oscuros años del régimen franquista,la labor de intelectuales como Gumersindo Trujillo fue fundamental para el desarrollo de un tejido social y cívico que años más tarde ayudó a propiciar lo inevitable. Su labor como contertulio y asiduo del Ateneo de La Laguna le hizo rozar los límites establecidos por la falta de libertades de la época. Fue uno de los responsables de que algunos personajes no afines al ideario oficial de esos años pasaran por La Laguna. Nombres que años después serían imprescindibles para entender nuestra historia reciente como Ruiz Jiménez,Tierno Galván,Aranguren,Tamames,Sampedro o Luis Ángel Rojo.
En 1983 el profesor Trujillo logra el objetivo de regresar a Canarias,dado que logra la Cátedra de Derecho Político de la universidad en la que había estudiado la carrera. En el ámbito académico,es obligado destacar que pocas personas en el ámbito del Derecho Constitucional pueden sentar la doctrina que él elaboró sobre la distribución territorial del poder. El profesor Trujillo fue pionero en las tesis de la organización territorial del Estado y toda su obra es de obligada consulta para profesores y estudiosos de la materia.
Durante los primeros años de la década de los ochenta,el profesor Trujillo se convierte en el Rector de la Universidad de La Laguna. Antes hacíamos referencia al irreductible espíritu democrático que este ilustre hijo de La Gomera exhibió en todas sus facetas vitales,y fue como rector del máximo centro académico cuando desplegó un arsenal de habilidades negociadoras poco frecuentes en aquella época que desembocó en la aprobación de los primeros estatutos democráticos de la universidad lagunera. Los protagonistas de ese episodio de la historia del Archipiélago nunca olvidarán las maratonianas sesiones asamblearias que se celebraban en el paraninfo de la universidad en las que la ilusión,la incertidumbre y los largos discursos desembocaron en la aprobación del texto estatutario.
Gumersindo Trujillo fue Presidente del Consejo Consultivo de Canarias,Medalla de Oro de Canarias,Hijo Predilecto de La Gomera y Medalla Torre del Conde entre otras distinciones y honores,pero sobre todo fue un buen hombre que sabía combinar el tiempo que dedicaba a su profesión y a su familia. Amigo de sus amigos,universario caval,consecuente y digno que ha dejado una honda huella en el mundo del Derecho,de la cultura y de sus seres queridos.