La inactividad física constituye el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo que representa (6% de defunciones a nivel mundial) sólo superada por la hipertensión (13%),el consumo de tabaco (9%) y el exceso de glucosa en la sangre (6%). El sobrepeso y la obesidad representan un 5% de la mortalidad mundial.

Se estima que la inactividad física es la causa principal de aproximadamente 21,25% de los cánceres de mama y de colon,27% de la diabetes,y aproximadamente un 30% de las cardiopatías isquémicas.
Estos no son más que unos pocos datos que ofrecen a día de hoy las últimas investigaciones de los científicos expertos en la materia,datos que deberían hacernos reflexionar sobre la importancia de las necesidades reales de la población,de una población por otra parte,en continuo envejecimiento.
Cualquiera que fuese la propuesta deportiva de una asociación política para llevar a cabo durante la siguiente legislatura,para evitar pecar de precariedad y desajustes en su contenido,debería pensar inexorablemente en el anuncio de la creación inmediata de un paquete de medidas con el fin de llevar a cabo la ejecución de una piscina municipal o,al menos,la asignación de la partida económica destinada a tal fin.
La piscina como instalación deportiva,ofrece mil y una posibilidades de practicar deporte de forma diferente y segura. A todos los beneficios aeróbicos del deporte en la calle,una piscina bajo techo,proporciona además posibilidades de recuperación y rehabilitación de lesiones,actividades con bebés,actividades para personas mayores,y/o con dificultades para moverse,actividades para mujeres embarazadas,enfermos de cáncer,etc.

Otros como aerobic,spinning y fitness,recobran en el medio acuático una nueva dimensión más divertida y diferente,a parte de la puramente competitiva natación y sincronizadas,saltos,etc.

La experiencia de este tipo de instalaciones en otras islas,nos habla de estupendos resultados que,con una gestión eficaz,consiguen más de 700 usuarios semanales en piscinas cubiertas de sólo 25m de longitud.

Una piscina,una necesidad de la que históricamente nos hemos visto privados los gomeros,una de las pocas islas de Canarias sin piscina municipal,es una de las instalaciones que mejor resultado económico y estadístico aporta a los municipios que acogen su gestión.

Desde aquí,deseamos situarnos como plataforma de orientación e información,para que la buena voluntad de las personas que gobiernen los próximos cuatro años,nunca caiga en saco roto; para que cualquier cuestión del ámbito que nos ocupa,pueda ser optimizada con la opinión de muchas personas que practicamos deporte a diario y que por tanto,hemos analizado en muchas ocasiones las posibilidades e inconvenientes de nuestra isla.