En discursos de cierre medidos al milímetro,cada uno de los candidatos hizo un esfuerzo por dirigirse a los sectores donde creen que pueden arañar votos a menos de tres días del cierre de la campaña electoral. Soria solicitó al apoyo a las personas «de izquierda» que ven en el PP la tabla de salvación ante la crisis; José Miguel Pérez a quienes consideran que «es posible cambiar las cosas en Canarias»; y Paulino Rivero a los que lo conocen y saben lo que ha trabajado por cada isla en esta legislatura.

En el caso del aspirante del PP,la historia de un señor que se le acercó en el aeropuerto tinerfeño fue el hilo conductor de su mensaje para pedir directamente la papeleta a los votantes tradicionales del PSOE. «Dejen a un lado su ideología de izquierda y apoyen al PP»,dijo.

Por contra,José Miguel Pérez dedicó su cierre a solicitar el apoyo el 22-M de los que quieren «cambiar la forma de gobernar Canarias» y especialmente a los 71.000 jóvenes que podrán votar por primera vez el próximo domingo. El candidato del PSC incluso pidió el respaldo de quienes se manifiestan estos días contra el actual sistema.
También Rivero intento exprimir al máximo sus cualidades en su mensaje final. El candidato de CC apeló a ser el aspirante con mayor grado de conocimiento y valoración para solicitar el voto. «Todos saben cómo he defendido los intereses canarios y me comprometo a seguir trabajando»,indicó.

Fueron los mensajes finales de un debate sin agresiones verbales pero que,gracias al formato de 59 segundos,permitió varios enfrentamientos dialécticos entre los aspirantes a la Presidencia. Además,los cinco bloques temáticos pactados de antemano sirvieron para aclarar la posición que defiende candidato: Pérez remarcó continuamente los fallos del Gobierno CC-PP «que manda hace 18 años»,Rivero defendió a capa y espada su gestión «y los avances logrados» y Soria se esforzó en subrayar que tiene un «plan de trabajo» para Canarias.