Uno de los libros más leídos en las últimas semanas es ¡INDIGNAOS! De Stéphane Hessel,un texto de poco más de cuarenta páginas escrito por un hombre de noventa y tres años que se ha convertido en un best seller,no por contar aventuras simples en dos kilos de papel sino justamente por lo contrario: por resumir y ordenar en muy pocas palabras lo que una gran mayoría de personas opinamos de la situación actual del mundo.

Hessel recomienda la indignación porque cuando -como sucede ahora en todo el mundo- hay razones sobradas para indignarse,sólo desde esa actitud se puede llegar al compromiso y la acción subsiguiente.

Yo estoy indignado y creo que la indignación tiene que llevarnos a ser audaces en esta época de actitudes “políticamente correctas”,término que en realidad ha llegado a significar “vacías de contenido y de compromiso”. Los mismos que han impuesto a los ciudadanos durante más de veinte años la idea de que lo correcto es la timidez y la inconsecuencia,han hecho realidad las propuestas más audaces con el fin de obtener beneficios infinitos sólo para ellos y a costa de la mayoría,controlar todos los medios de producción e información,y convertir a la clase política en un instrumento a su servicio,alejando a la ciudadanía de toda actividad pública que no sea el voto. Y,además,nos han convencido de que este modelo perverso es el único posible.

Pero lo cierto es que sí es posible una NUEVA POLÍTICA. La globalización,que hasta ahora ha sido nefasta en muchos aspectos,puede convertirse en la tan necesaria R-evolución del capitalismo,que humanice nuestro sistema económico,vigorice la democracia y devuelva a la práctica política -de todos- el prestigio que merece.

¡Sí,tenemos que ser audaces! ¡Sí,es posible una R-evolución global del capitalismo! La economía productiva tiene que volver a ocupar el espacio que ha usurpado la economía financiera. El sistema bancario debe convertirse en un servicio público gestionado por los estados y coordinado a nivel supranacional por la ONU y otras instituciones democráticas globales. Para defender los derechos sociales y laborales conquistados gracias al sufrimiento de tantas personas en tantos lugares y durante tantos años,debemos anticiparnos políticamente,unidos globalmente,porque los derechos humanos son patrimonio de todos y el derecho de los ciudadanos al bienestar es una exigencia irrenunciable de la democracia.

Este es el momento de la audacia política. Y,en nuestro caso concreto,tenemos que pensar de forma global y actuar localmente. Si lo que ocurre en el resto del mundo afecta a La Gomera,lo que seamos capaces de construir en nuestra isla será un paso adelante en la transformación de Canarias,de Europa y del planeta,porque los grandes cambios se componen de muchas pequeñas innovaciones. Hoy,las personas que formamos NUEVA GOMERA –NUEVA CANARIAS somos los garantes de esta idea política audaz,poniendo sobre el tapete propuestas para que La Gomera evolucione en el sentido más progresista,oponiendo la honestidad y el esfuerzo conjunto a las medidas neoliberales que son una mentira reiterada y un apetito insaciable de beneficios económicos.

El próximo 22 de mayo,la estrategia de NUEVA GOMERA – NUEVA CANARIAS culminará convirtiendo a nuestros votantes en fuente de poder político gomero. Romperemos la hegemonía de las dos viejas dinastías políticas y eliminaremos la cultura de la corrupción que impera en Canarias. Los objetivos sociales pueden suplir a la codicia como motor de crecimiento y convivencia. En todas partes y,de forma especial en el ámbito que nos concierne,en La Gomera,perseveraremos para que el trabajo y el bienestar que de él tiene que derivarse sean patrimonio de todos los gomeros.

¡Sí es posible una nueva política económica para La Gomera y para Canarias!