Si un ciudadano tiene un problema,la Administración a la que siempre va a acudir será el consistorio municipal,porque es la más cercana y le puede dar una respuesta más inmediata. Por ello,los ayuntamientos tienen una importancia vital en el entramado institucional y son siempre las instituciones que la sociedad percibe como más cercanas.
Esta situación a veces pone en compromiso a las corporaciones,porque en ocasiones las peticiones o problemas de la ciudadanía son competencia del Cabildo,del Gobierno canario e incluso del central. Pero ante la posibilidad de no ofrecer ese servicio, a los ayuntamientos no les queda más remedio que apurar los recursos y colaborar con los ciudadanos en la medida que les es posible.
De esta forma,muchas veces las instituciones municipales se tienen que hacer cargo de competencias ajenas a las propias,porque lo importante no es de quién es esa competencia y dónde está el recurso para dar el servicio,sino que siempre la prioridad es atender a las personas que lo necesitan en asuntos vitales como,por ejemplo,la limpieza de una carretera ante un derrumbe,la asistencia social y sanitaria de los vecinos o la necesidad de canalizar el agua para los agricultores.
Por esa razón,dado que ya han transcurrido más de tres décadas desde que nos dotamos del actual sistema de distribución competencial,es necesario que de una vez se vengan a aclarar las disfunciones que han surgido,y que se tenga bien en cuenta qué institución debe dar un servicio o cual no,pero siempre atendiendo a lo que sea mejor para la ciudadanía.
Así,cada administración se tendría verdaderamente que ocupar de las tareas que le corresponden,y cortar de una vez la situación actual,en la que los ayuntamientos acaban asumiendo todo lo que los demás no hacen,a pesar de su presupuesto limitado y sus medios también muchas veces insuficientes para atender a todo lo que se les pide.