Es un gran conocedor de este bosque de laurisilva,el mejor conservado de Canarias y quizá el ejemplo más potente y rico de los que quedan con estas mismas características en todo el mundo.

Se nota mucho que Fernández adora su trabajo y que también le gusta subrayar los logros conseguidos a lo largo de los años. En esta entrevista,el director señala que uno de los principales objetivos alcanzados ha sido “la recuperación e incorporación al parque del 15% de la superficie que hoy tiene,unas 550 hectáreas”.

-¿Con qué idea básica se deben quedar los canarios de lo que representa Garajonay para la humanidad y para las Islas,ahora que se cumplen 30 años de su creación?
“Quizá nos debamos quedar con el motivo más importante por el que fue declarado Patrimonio Mundial,que pronto,en noviembre,se cumplirán 25 años de ello. Garajonay representa para la red de parques nacionales un ecosistema,la laurisilva canaria,que es único. Es la última muestra de un ecosistema que estuvo ampliamente distribuido por el continente hace millones de años,en Europa y Asia,también en América,entre otras razones por el clima subtropical. Como consecuencia de los cambios climáticos,desapareció de Europa y Asia y quedó exclusivamente en los archipiélagos de la Macaronesia. Quedan otras zonas de laurisilva en el mundo,por supuesto,como en áreas de nuestros parientes más próximos,en la región macaronésica,salvo Cabo Verde. Todas estas masas vegetales son hermanas; esto es,que pertenecen a la misma familia. Quitando zonas del sudeste asiático,en espacios de Vietnam y China,también con formaciones de laurisilva,en el resto del mundo ha desaparecido completamente. Por ello,Garajonay es hoy un conjunto pequeñísimo,aislado,que queda aquí de un ecosistema que estuvo ampliamente distribuido por el planeta. Garajonay es una especie de reliquia,un fósil viviente que ha hallado refugio en La Gomera. Éste es uno de los valores más importante,y por eso el parque es una parte de la historia de la vegetación de la Tierra que ha desaparecido en muchos lugares,donde antes también se encontraba y que ya ha quedado relegada a los archipiélagos de la Macaronesia. Éste es un valor,pero hay otro. Garajonay es la muestra mejor conservada de laurisilva que existe en Canarias. Esto lo explico con un indicador muy sencillo: el grado de madurez que tiene el ecosistema. Es el ecosistema menos alterado de laurisilva de los existentes en las Islas. Y esto se ve muy bien yendo a los datos del Inventario Nacional Forestal,donde se constata que el 80% de los árboles de laurisilva en Canarias con diámetros de más de 60 centímetros,grandes portes,se encuentran en Garajonay. Esto indica que aquí tenemos un bosque maduro y de unas características diferentes del resto de las Islas,donde,debido a los aprovechamientos,muchos están más alterados. En Garajonay se conserva un bosque que tiene toda la esencia de una selva: grandes árboles y un desarrollo sin parangón en el resto de las Islas. Por todo esto fue declarado parque nacional y también Patrimonio Mundial”.
-Y por dentro… ¿Qué esconde de interés este manto verde?
“La laurisilva es un ejemplo magnífico de lo que significa la biodiversidad en las Islas. Se trata del ecosistema con mayor número de endemismos exclusivos,los que viven sólo ligados a la laurisilva. Quizá no haya ningún otro ecosistema en toda la Unión Europea con semejante cifra de endemismos. Además,hay que decir que la laurisilva hoy representa una parte insignificante respecto a su área potencial en otros tiempos. De las 90.000 hectáreas que ocupó originalmente en Canarias,en la actualidad apenas quedan 18.000 o 19.000,sobre todo por los aprovechamientos,por el uso y la explotación del hombre. Si ya es una reliquia de épocas pretéritas,más lo es en las actuales,principalmente por causas humanas,sobre todo como consecuencia de la degradación vinculada a la acción del hombre. Por eso es tan peculiar y esencial lo que se haga por la conservación de la laurisilva”.
-¿Qué tiene el viento alisio que tanto aporta a este ecosistema peculiar?
“El alisio es fundamental. Estar en esta zona de nubes es lo que explica que un ecosistema como la laurisilva,muy exigente en humedad,pueda vivir en estas Islas,donde llueve muy poco,casi sólo durante seis meses a lo largo del año. Si vemos cómo es el clima de Canarias,que tenemos precipitaciones entre octubre y marzo y que luego hay un periodo muy largo de sequía,entendemos la importancia del alisio. Justo en esa época de sequía es cuando soplan con fuerza los alisios,hasta mediados de agosto. Y los alisios traen las nubes y nieblas que alimentan de agua el bosque durante ese periodo,y también reducen el consumo de agua en un ecosistema tan necesitado de ella,que demanda tanto recurso hídrico. Es esencial el alisio para explicar por qué existe este ecosistema en Canarias”.
-Como ocurre siempre,hay fortalezas y debilidades. ¿Qué tiene usted que decir?
“Las fortalezas están en el potencial tan grande que tiene Garajonay en el ámbito de la biodiversidad,que es único en el mundo. Éste es,sin duda,uno de los grandes valores. Alejados de cuestiones naturalistas,biológicos,y ya en el ámbito socioeconómico,Garajonay supone un atractivo muy grande de cara al turismo. Para la economía gomera,Garajonay representa una contribución muy importante y supone,además,no ya por el sistema natural,sino por todos los equipamientos,infraestructura y servicios que se han ido creando y perfeccionando,un aval,una marca de calidad para la Isla,como lo es,por ejemplo,el sello Patrimonio Mundial. Hoy tenemos en marcha un programa muy importante: la Carta Europea de Turismo Sostenible. En el apartado de los problemas,dentro de la conservación,el primero es el fuego,los incendios. La laurisilva,si está óptimamente conservada,no arde bien,pero debemos tener en cuenta que el parque nacional es un territorio,en general,árido y con topografía muy abrupta en su entorno,y con cambios en los usos del territorio cercano en los últimos decenios como consecuencia del abandono de tierras de cultivo y de la invasión en estas zonas agrícolas de matorrales y plantas muy inflamables. Esto supone un peligro,y la gestión hay que hacerla con mucho cuidado. Éste es uno de los problemas,quizá el más importante. Otra de las cuestiones a tener en cuenta son las especies amenazadas. Garajonay es un área con gran número de endemismos exclusivos de la Isla y de Canarias,y muchas de estas especies tienen poblaciones muy reducidas. Se puede decir que Garajonay es la segunda área con mayor número de especies catalogadas como amenazadas de todo el territorio nacional. Esto da idea de la dimensión que tiene esta cuestión,la de las especies amenazadas. Es un reto la gestión de esta parcela,que se hace a través de un programa de conservación. Otro problema son las especies exóticas,las que trae el hombre,como la introducción para la producción forestal hecha años atrás por organismos oficiales (plantaciones de pinos a costa de la laurisilva). Es muy importante recuperar estos espacios,estas extensiones,para que vuelvan a ser laurisilva. El parque ya ha hecho una gran labor y ha podido recuperar en torno al 80% de las áreas ocupadas por especies exóticas,que vienen a ser 550 hectáreas,en torno al 15% de la superficie actual del parque. Éste ha sido uno de los grandes logros que ha tenido la gestión”.
-¿Y cómo se compagina el uso público del parque con la conservación,que a veces pueden chocar?
“Hoy,debido a la capacidad del transporte,es muy fácil que un turista llegue en un sólo día del centro de Europa y se coloque en el corazón de El Cedro. Deben ser compatibles las visitas con la conservación de este ecosistema tan frágil. Esto se hace en el área de uso público,y a la vez debe servir para que se produzca una huella imborrable en el que nos visita,y para contribuir a la formación de la ciudadanía,a la educación medioambiental. Por supuesto,la gestión del parque tiene que hacerse con conocimiento,con la mejor información disponible. Por eso es muy relevante obtener datos que contribuyan a enriquecer y a crear una idea adecuada de cómo debe ser gestionado. Hay programas de investigación,y luego está el seguimiento y la obtención de datos a más largo plazo. Hay que mantener los programa que hoy tenemos”.
-¿Cuál ha sido la influencia del gomero,de las generaciones pasadas y de las actuales,en el estado actual del espacio protegido?
“Históricamente,la actitud del gomero ha sido clave para el mantenimiento de este ecosistema. Las motivaciones han sido múltiples. Detrás del parque está una sociedad que,pese a los problemas que hubo en el pasado,que los hubo y muchos,supo mantener un bosque que llama la atención por su estado de conservación,en especial porque había áreas en el parque en las que bien se pudo desarrollar una agricultura de medianías en condiciones muy favorables. Esto es algo inaudito. Hay zonas muy llanas y a 900 metros de altitud que en otras Islas hubieran sido aprovechadas para uso agrario. Aquí el gomero supo mantener el bosque”.
-¿Y ahora qué…? ¿Qué caminos hay que proyectar? ¿Cómo se sigue avanzando?
“Hay que insistir en toda la gestión que se está haciendo,y reforzarla en los ámbitos de la restauración ecológica y la conservación,en la recuperación de especies amenazadas,en la eliminación de las especies exóticas e invasoras,las que se nos echan encima. Y hay que estar preparados para la lucha contra el fuego. Éstos son retos que están en el día a día. La gestión del uso público es fundamental,como la investigación,y también es uno de los retos más importantes,junto a la integración socioeconómica,siempre apuntando al turismo,que es el mayor aporte económico que da el parque. Se tiene que apostar por un turismo sostenible. De ahí que hayamos visto en un instrumento comunitario como es la Carta Europea de Turismo Sostenible un medio de trabajo esencial para cooperar con los distintos actores que trabajan en este campo,tan complejo y que se llama turismo. Vamos a aportar nuestro grano de arena hacia la sostenibilidad,entendida,primero,como la conservación de los recursos,y luego como dinamización socioeconómica en el ámbito local. La generación de flujos económicos es algo esencial,y ésta suele ser una barrera que tienen hoy los espacios protegidos y la conservación. A veces no se ven con claridad los beneficios que reportan los parques nacionales y otros espacios equivalentes”.
Guía muy básica
El Parque Nacional de Garajonay nació el 25 de marzo de 1981 y en sus límites se incluyen espacios adscritos a todos los municipios de La Gomera (Vallehermoso,Valle Gran Rey,Alajeró,San Sebastián de La Gomera,Hermigua -el que más aporta- y Agulo). Con una extensión actual protegida de 3.986 hectáreas,en él trabajan unas 18 personas,entre funcionarios y personal laboral. Si se incluyen las contrataciones que esta institución pública realiza con empresas que le prestan servicios,ese umbral se eleva a entre 60 y 65 empleados. En la actualidad,el Parque Nacional de Garajonay tiene presupuestados al año unos 650.000 euros para gastos corrientes,de funcionamiento,y dedica en torno a 2,3 millones al capítulo de inversiones. En un año recibe más de 800.000 visitantes. Forma parte de la red nacional,que hoy en día incluye 14 parques,entre ellos tres más en Canarias (Teide,Timanfaya y Caldera de Taburiente). En la actualidad,la competencia en estos espacios es de las comunidades autónomas. Además,en Canarias se ha iniciado un proceso legal para que los cabildos que así lo quieran puedan asumir la gestión de estos espacios a través de la delegación de competencias.