El próximo día 7 se celebrará la Jornada Mundial por el Trabajo Decente,convocada desde 2006 por la Confederación Internacional de Sindicatos,a iniciativa de Comisiones Obreras. Es decir,estamos ante una iniciativa que será secunda en muchos países del mundo,si bien con singularidades locales.
En el caso de España,a nadie se le escapa que el paro es la principal preocupación social. Hoy mismo conocíamos el dato de que lo desempleados habían aumentado durante el último mes en 95.817 personas,lo que eleva la cifra total a 4.226.744,es decir,un 21,22% de la población. En el caso de Canarias,la cifra total de parados se sitúa en 251.990,situándose el porcentaje en torno al 28% de la población. Estos porcentajes triplican a los de otros países de la Unión Europea,como Alemania. Si a ello añadimos el convencimiento de que durante el tercer trimestre de 2011 la economía española ha vuelto a entrar en recesión –lo que imposibilita la creación de empleo suficiente para disminuir la altísima tasa de paro-,concluiremos que la crisis que viven muchos países occidentales alcanza en el nuestro dimensiones verdaderamente alarmantes.
Este gris panorama es el que contemplamos después de haber visto que se tomaban medidas como: la supresión del llamado cheque-bebé,la congelación de las pensiones,el descuento de un 5% de sus haberes a los empleados públicos,el incumplimiento de acuerdos de concertación social firmados en su día con los sindicatos,la supresión de ayudas sociales a personas en situación de riesgo,o la aprobación de una reforma laboral que iba a favorecer la creación de empleo,cuando lo que está haciendo –como ya adelantó CCOO que ocurriría- es abaratando el despido. Además,se ha dado luz verde a la supresión de logros laborales conseguidos durante años de negociación de convenios y lucha sindical,y se ha fijado un límite de endeudamiento a las Administraciones Públicas,reformando nada menos que la Constitución Española sin dar la posibilidad a la ciudadanía de refrendar o rechazar con su voto tan drástica medida.
Por el contrario,durante estos largos meses de crisis hemos visto cómo la clase política mantenía intocables sus privilegios; cómo los ciudadanos hemos pagado despidos –incluso improcedentes- a través del Fondo de Garantía Salarial ; cómo hemos pagado indemnizaciones de trabajadores despedidos por alcaldes por simple falta de coincidencia política con el trabajador; cómo se ha dado un trato de favor fiscal a las grandes fortunas y las grandes empresas del país; como se ha incumplido el principio de que pague más quien más tiene; cómo se ha dedicado nuestro dinero a sanear cajas de ahorro en estado ruinoso,después de que éstas “premiaran” a sus dirigentes con indemnizaciones multimillonarias y un gran sueldo mientras vivan.
Añadamos a esto que la Seguridad Social ha endurecido tanto los criterios para conceder bajas temporales o permanentes que se están cometiendo verdaderos ataques contra la dignidad humana. Sumemos también que el miedo a perder el empleo está haciendo que muchos trabajadores oculten enfermedades,hagan horas extra sin retribuir,renuncien a parte de sus vacaciones o acepten una disminución real de su salario,y concluiremos que no podemos seguir así.
CC.OO. entiende que el trabajo es un derecho,y que el trabajo decente no es un privilegio. Consideramos también que la factura de la crisis no pueden seguir pagándola quienes menos recursos tienen para hacerle frente.
Por todo ello,y al objeto de facilitar la mayor presencia de participantes,hemos decidido convocar una concentración-manifestación mañana jueves,día 6 de octubre,a las 18 horas,en la Plaza de las Américas de San Sebastián de La Gomera,a la que quedan invitados cuantos deseen expresar con su presencia su defensa del empleo y del trabajo decente.