La presidenta del Grupo Parlamentario Agrupación Socialista Gomera (ASG), Melodie Mendoza, ha defendido este viernes, en la Comisión de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura del Parlamento de Canarias, la necesidad de impulsar nuevas residencias universitarias en el Archipiélago y apoyar fórmulas innovadoras como los campus de viviendas modulares, para que “ningún joven canario renuncie a estudiar por no encontrar dónde vivir”.

Melodie Mendoza recordó que en Canarias “el acceso a la educación superior no puede depender del código postal ni del nivel económico de las familias”, subrayando que el principal obstáculo para muchas y muchos estudiantes ya no es académico, sino habitacional. Actualmente, más de dos tercios de quienes solicitan plaza en residencias universitarias se quedan fuera: apenas existen unas 950 plazas públicas para más de 2.400 solicitudes en el conjunto del Archipiélago.

La parlamentaria de ASG detalló que, solo en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, casi mil estudiantes compiten por menos de quinientas camas, mientras que en la Universidad de La Laguna la situación es muy similar. A ello se suma la subida de los alquileres, con habitaciones en la zona metropolitana que superan con facilidad los 500 euros mensuales, sin incluir transporte ni manutención, lo que convierte estudiar fuera “en un lujo inasumible para muchas familias de islas no capitalinas”.

“Cada estudiante que abandona un proyecto educativo porque no encuentra dónde vivir representa una oportunidad perdida para esta tierra”, afirmó Melodie Mendoza, quien puso el acento en la realidad de islas como La Gomera, El Hierro o La Palma, donde el acceso a la universidad exige trasladarse, asumir un alquiler y separarse del entorno familiar. “La política universitaria debe servir para unir el Archipiélago y no para profundizar sus diferencias”, añadió.

Valoró el acuerdo alcanzado recientemente entre el Gobierno de Canarias y las universidades para explorar soluciones innovadoras como los campus de viviendas modulares, una iniciativa alineada con los modelos europeos que “ofrece respuestas sostenibles, rápidas y adaptables, implantables en suelo universitario o municipal en muy poco tiempo”. A su juicio, “estas viviendas modulares, bien planificadas y con el apoyo institucional debido, permiten responder con agilidad a la emergencia habitacional que vive el estudiantado”.

No obstante, insistió en que “no basta con innovar en la forma; también debemos innovar en la gestión”. Por ello, reclamó que la política de alojamiento universitario se integre en una planificación plurianual, con objetivos claros, indicadores de impacto y una coordinación efectiva entre Gobierno, universidades, cabildos y ayuntamientos, reservando además un porcentaje mínimo de plazas para estudiantes procedentes de islas no capitalinas o municipios alejados.

Melodie Mendoza defendió igualmente avanzar en medidas fiscales que alivien el esfuerzo de las familias, reiterando la propuesta de ASG de eximir del IGIC al alojamiento universitario, “una medida de justicia social con un coste reducido para la Administración y un impacto directo para los hogares con rentas modestas”. Al mismo tiempo, pidió mejorar la gestión de las becas autonómicas para garantizar que las resoluciones se produzcan antes del inicio del curso y evitar que las ayudas lleguen “cuando el problema ya obligó a endeudarse o a renunciar a la plaza”.

La presidenta del Grupo Parlamentario ASG abogó, además, por “abrir la puerta a la colaboración público-privada, manteniendo siempre el liderazgo de lo público”. “Lo público siempre tiene que liderar, pero también debe facilitar que otros agentes participen con responsabilidad y visión social”, señaló, aludiendo a empresas y fundaciones dispuestas a invertir en residencias universitarias o a ceder suelo en condiciones ventajosas, dentro de marcos normativos y fiscales adecuados.

“Garantizar una vivienda digna al estudiantado no es solo una inversión en educación, es una apuesta por el futuro de Canarias”, concluyó Melodie Mendoza, quien animó al Gobierno a “actuar con más agilidad, más coordinación y más ambición” para que ningún joven se vea obligado a estudiar solo de manera telemática o a abandonar su vocación por falta de techo.