La Junta General del Consejo Insular de Aguas de La Gomera aprobó el Proyecto de Presupuesto para 2026, que asciende a 2.642.900 euros, lo que supone un incremento del 3% respecto al ejercicio anterior. Este presupuesto refuerza el compromiso del organismo con la sostenibilidad hídrica, la gestión eficiente de los recursos y la mejora de las infraestructuras vinculadas al ciclo integral del agua en la isla.

El plan de inversiones contempla una inversión total de 1.518.000 euros, dirigida principalmente a obras y conservación -735.000 euros- , suministro eléctrico -485.000 euros-  y servicios técnicos y de apoyo -298.000 euros- . Estas partidas permitirán avanzar en proyectos destinados a mejorar la eficiencia y seguridad del sistema de abastecimiento insular, así como en actuaciones orientadas a la sostenibilidad y digitalización de la red.

Durante la sesión, el presidente del Consejo, Casimiro Curbelo, subrayó que el nuevo presupuesto “consolida la planificación iniciada en los últimos años para garantizar el abastecimiento y la calidad del agua en todos los municipios, al tiempo que refuerza la modernización y resiliencia del sistema insular”. Asimismo, destacó la colaboración con el Gobierno de Canarias y el Cabildo Insular para seguir impulsando proyectos estratégicos que mejoren la seguridad hídrica y fortalezcan el desarrollo socioeconómico de La Gomera.

Entre las inversiones más destacadas figura la mejora del sistema de abastecimiento en alta, con actuaciones en los depósitos de Galanas, Cardones e Igualero, y la puesta en marcha de nuevas estaciones desaladoras (EDAM) en San Sebastián y  Playa Santiago, que incrementarán la capacidad de suministro y la calidad del agua. Asimismo, se impulsará la digitalización del sistema hidráulico mediante la implantación de herramientas de telecontrol (SCADA) que permitirán monitorizar en tiempo real el caudal, la presión y el estado de las infraestructuras.

El Consejo también reforzará las acciones destinadas a la recuperación de nacientes y la mejora de los sistemas de riego, con actuaciones de limpieza, mantenimiento y rehabilitación de presas como las de Mulagua, La Atalaya, Encantadora y Raso Volteado. Estas medidas, junto con la promoción del uso de aguas regeneradas y la adecuación de la normativa de vertidos, contribuyen a un modelo de gestión más sostenible, adaptado al contexto climático actual y alineado con los objetivos de eficiencia hídrica y energética.