Si no has cruzado el Mediterráneo en ferry, te estás perdiendo una de las formas más relajadas (y prácticas) de delirar a Menorca. Desde Barcelona, apuntar al ponto de noche, con la población alejándose poco a poco y la fe de una isla esperándote al amanecer, tiene algo especial. Y sí, puede que el avión sea más rápido, pero ¿más bonito? Ni de lejos.
Para quienes prefieren viajar con coche, sin límites de equipaje o simplemente disfrutar del trayecto, reservar un billete para el ferry Barcelona – Menorca es una opción que combina todo eso y más. La travesía puede durar entre 6 y 9 horas, dependiendo del barco y la compañía, pero el tiempo pasa rápido si eliges bien el tipo de billete y sabes lo que te espera a bordo.
Qué compañías operan la ruta
Hay tres principales navieras que conectan Barcelona con Menorca: Balearia, Trasmed (del grupo Grimaldi) y GNV. Cada una con su estilo, flota y servicios. Lo bueno es que tienes variedad real para elegir: desde ferries rápidos hasta nocturnos con camarotes cómodos.
- Balearia es una de las más conocidas. Barcos modernos, rutas diurnas y nocturnas, incluso opciones eco con propulsión a gas.
- Trasmed tiene buena reputación por su servicio a bordo, especialmente en rutas nocturnas. Cabinas limpias, personal amable y horarios que encajan bien con los check-in de alojamientos.
- GNV (Grandi Navi Veloci) suele ser una alternativa más económica. Perfecta si viajas en grupo o con vehículo.
La mayoría de los ferries salen del puerto de Barcelona por la tarde o noche y llegan a Ciutadella o Mahón (Maó), según la ruta.
Clases de billetes: más que solo un asiento
Aquí es donde muchos se pierden. No todos los billetes son iguales, y elegir bien puede marcar la diferencia entre una noche tranquila o seis horas deseando llegar.
- Butaca estándar: la opción más básica. Ideal si tu presupuesto es ajustado o si viajas de día y vas a estar despierto.
- Butaca superior / premium: más espacio, mejor ubicación, menos ruido. Vale la pena si no quieres estar en medio del pasillo.
- Camarote privado: lo más cómodo. Camas reales, baño, privacidad. Si viajas de noche, es la mejor inversión que puedes hacer.
- Billetes con vehículo: sí, puedes llevar tu coche, moto o furgoneta. Pero ojo, reserva con tiempo. Las plazas para vehículos se agotan rápido, sobre todo en verano.
Ah, y si eres residente de Baleares, tienes descuento. Solo asegúrate de tener la documentación al día cuando reserves.
Servicios a bordo: no es un autobús flotante
Los ferries de hoy no tienen nada que ver con los de hace años. Estos barcos están diseñados para que el trayecto forme parte del viaje, no solo un paso intermedio.
Cosas que puedes encontrar a bordo:
- Restaurantes y cafeterías (sí, hay opciones veganas y sin gluten en muchos casos)
- Áreas de descanso con sofás y enchufes
- Zonas infantiles (si viajas con peques, se agradece)
- Camarotes con ducha, aire acondicionado y buenas vistas
- WiFi (aunque a veces algo lento en alta mar, lo justo para subir una historia)
- Espacios pet-friendly en algunos barcos
Además, hay tiendas, máquinas de snacks, y en trayectos más largos incluso entretenimiento a bordo. No es un crucero, pero tampoco es un tren regional.
Cómo y cuándo reservar (spoiler: lo antes posible)
Si piensas que puedes llegar al puerto y comprar tu billete sobre la marcha, buena suerte… en temporada baja. De mayo a septiembre, olvídalo. Las plazas vuelan, especialmente si llevas coche.
Reservar online es lo más sensato. No solo ahorras tiempo, sino que puedes comparar precios, horarios y elegir tu asiento o camarote con calma. Plataformas como ferrybarcelonamenorca.es te muestran todo en un mismo sitio, sin necesidad de visitar tres webs distintas para saber qué compañía tiene plaza.
Consejo práctico: si tienes fechas fijas, reserva con al menos 2–3 semanas de antelación. Y si viajas con vehículo, cuanto antes, mejor.
En resumen…
Cruzar en ferry de Barcelona a Menorca no es solo una forma de moverse. Es una experiencia en sí. Con vistas al mar, libertad para llevar lo que quieras, y la tranquilidad de llegar descansado y sin sobresaltos.
Elige bien el tipo de billete, planifica con tiempo, y prepárate para disfrutar del viaje antes incluso de pisar la isla. Porque a veces, el trayecto también cuenta.