El catedrático de Historia de la Universidad de La Laguna Manuel Hernández González ha puesto de relieve “la decisiva importancia” que ha tenido el sector primario en la historia de Canarias, desde la época aborigen, un papel preponderante “como sustento de los canarios”, que solo ha ido cediendo al sector turístico en los últimos 60 años, hasta llegar a la actualidad, cuando la aportación de laagricultura, la ganadería y la pesca no supera el 2% del PIB canario.
El historiador orotavense, profesor de Historia de América en la ULL, impartió una conferencia en el Liceo Taoro, de La Orotava, sobre la historia del sector primario, en especial de la agricultura, invitado al acto de presentación de la nueva Asociación de Trabajadores de la Tierra Canaria, de ámbito regional y el primer colectivo que integra a agricultores, ganaderos y pescadores.
Con este charla, esta asociación -que preside el agricultor palmero José Antonio Gómez y tiene ya socios de Tenerife, Gran Canaria, La Palma, La Gomera y El Hierro- quiso precisamente recordar la relevancia que ha tenido el sector primario para el desarrollo económico de Canarias, y la necesidad de que se produzca un “cambio de mentalidad” en la sociedad isleña para que se produzca aquí más alimentos y se aminore así la casi total y peligrosa dependencia de la importación (en torno a un 90%).
La conferencia completa puede verse en el canal de Youtube de la asociación: https://youtu.be/
Hernández comenzó su disertación recordando que ya los aborígenes vivían de la ganadería y del cultivo de cereales (trigo morisco, centeno y cebada).
Tras la Conquista (que fue larga, se inició en 1402 en El Hierro, Lanzarote y Fuerteventura, y no se completó hasta 1496 en Tenerife), junto con la llegada de Colón a América, Canarias “se convertirá en un puente de trasvase agrícola fundamental en la historia”.
Fue la época de la caña de azúcar, base económica del siglo XVI en las islas, procedente de Extremo Oriente, traída por los portugueses desde Madeira y llevada luego desde aquí al continente americano, donde los primeros técnicos en esta industria eran canarios.
Un cultivo que, según explicó el experto, entró en decadencia a fines del XVI, por la competencia de las colonias brasileñas, con mano de obra esclava (en Canarias llegó a haber explotaciones con esclavos hasta principios del siglo XIX).
Mientras Lanzarote y Fuerteventura se dedicaban a los cereales (trigo) y ganado, en El Hierro y otras islas se cultivó hasta el siglo XVII la hierba pastel (traída de Eurasia) para la obtención de tinte azul. También fue importante la orchilla, un liquen que crece en rocas del litoral.
LA EDAD DORADA EN EL SIGLO XVII CON EL VINO
Los viñedos tuvieron su esplendor en Canarias desde mediados del siglo XVI, pero sobre todo en el XVII, en palabras del historiador, “época dorada” de la economía de las islas, con la exportación de vino vidueño (mezcla de diferentes variedades de uvas blancas, con alguna negra) a las colonias portuguesas de África y Brasil, y posteriormente con el envío de malvasía -vino de alta graduación- fundamentalmente a Inglaterra hasta 1730, ya que a partir de entonces los ingreses favorecieron el comercio con Portugal.
La crisis del malvasía trajo corrientes migratorias a Canarias durante el siglo XVIII.
Las relaciones comerciales entre Canarias e Inglaterra fueron tan intensas, destaca Hernández, que explican la existencia en Puerto de la Cruz del único cementerio protestante a lo largo y ancho del imperio español, en el siglo XVII.
Más tarde se exportó el vino canario a Norteamérica, desde la época colonial hasta 1853. También se envió aguardiente (o parra, como se la conoce en Canarias) al Caribe, sobre todo a Cuba y Venezuela.
La seda, para cuya obtención se cultivaban moreras, alcanzó su apogeo en el siglo XVIII, pero se hundió por la competencia valenciana, apuntó el catedrático universitario de Historia.
Más tarde se exportó vidueño, con vino tinto, a Norteamérica hasta 1853, cuando aún eran colonias inglesas, casi el único mercado de América ntonces para Canarias. Este cultivo entró en crisis por las enfermedades del viñedo.
En Lanzarote, la gigantesca erupción de 1730 a 1736 en Timanfaya permitió utilizar el picón (lapilli o ceniza volcánica) para retener la humedad del subsuelo y cultivar así la viña y, hasta los años 20 del siglo XIX, la barrilla (una planta que se empleaba para hacer jabón), que también se sembró en Fuerteventura, y cuyo comercio duró hasta que los ingleses inventaron jabones químicos, como explicó el historiador. Con la barrilla los canarios llegaron a elaborar el denominado gofio de cosco.
“La última época dorada del vino” —puso de relieve Hernández— aconteció entre 1796 y 1814, gracias al bloqueo napoleónico a Inglaterra, lo cual fue aprovechado por Canarias.
CANARIAS-AMÉRICA: UNA HISTORIA DE IDA Y VUELTA
Como especialista en Historia de América, dejó claro que “la ida y vuelta” entre ese continente y Canarias fue “fundamental” en siglos pasados. Y puso como ejemplo cómo el plátano llegó de Extremo Oriente a Canarias y de aquí fue llevado a América. Lo mismo pasó con el ñame, africano.
También mencionó que las razas de cabras que hay hoy en día en el continente al que llegó Colón tienen mezcla genética con cabras canarias.
En 1830, la alternativa fue la cochinilla, que se convirtió en el mayor monocultivo en Canarias -se cosechaba en todas las islas- hasta 1875, cuando aparecieron los tintes químicos. “Y eso provocó otra grandísima crisis en las islas”, reseñó el historiador.
LA “TRILOGÍA” DE EXPORTACIÓN: PLÁTANO, TOMATE Y PAPA
Y en la búsqueda de nuevos cultivos, con la ventaja de los puertos francos en Canarias, se implantó lo que denominó “la trilogía” de exportación: el plátano, el tomate y la papa, destinados al mercado británico. Ello exigió —dijo— la modernización del sector y la apertura de galerías (Tenerife y La Palma) y pozos de agua (Gran Canaria), pues hasta entonces solo se habían aprovechado los manantiales por un sistema de heredamientos.
Este modelo se mantuvo como base de la economía canaria, unida a las remesas de dinero de la emigración a Cuba y posteriormente, a Venezuela, hasta desarrollarse el turismo a partir de los años 60 del siglo XX, pasando por las dificultades de la Primera Guerra Mundial y el Crack del 29 (que cerró el mercado inglés).
Tras la Guerra Civil, la autarquía del régimen franquista hizo derivar esas exportaciones hacia el mercado español, aunque, según remarcó Hernández, fuera mucho más caro que llevar los productos a Inglaterra.
Esto abrió una “etapa dorada” del plátano hasta la entrada en el Mercado Común Europeo en los años 80 del siglo XX, mientras que el tomate ya ha entrado en “gran decadencia” en el siglo XXI.
Sobre la pesca, mencionó la importancia que tuvo sobre todo en Gran Canaria y la provincia oriental, donde, desde el siglo XVIII, había una flota con base en Las Palmas de Gran Canaria para las capturas en el banco pesquero canario-sahariano. Y eso explica, apuntó el historiador, que en 1886 se desarrollara La Graciosa y surgieran industrias pesqueras en Lanzarote y Fuerteventura.
Por tanto, para el catedrático de la ULL, “la agricultura, la ganadería y la pesca han sido, sin duda, la base y sustento fundamental de los canarios” durante todos estos siglos.
LA NUEVA ASOCIACIÓN YA TIENE WEB
La Asociación de Trabajadores de la Tierra Canaria anunció en su reciente presentación en el Liceo Taoro orotavense que su primera sede ya se ha abierto en el municipio palmero de El Paso (sita en calle Antonio González Suárez, edificio Nº1 ), con la intención de abrir otras en las demás islas, así como de incorporar a socios también de Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa.
La información sobre la asociación se encuentra en su web, https://www.atratican.
Se puede además contactar con la asociación a través del teléfono 690 676 406 y la dirección de correo electrónico info@atratican.com