El portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Agrupación Socialista Gomera (ASG), Jesús Ramos, ha hecho hincapié este jueves en la necesidad de garantizar que los proyectos de energías limpias comunitarias lleguen a todas las islas, especialmente a los municipios pequeños y no capitalinos, “donde la transición energética debe ser también una oportunidad de democratización y de justicia social”.
Durante su intervención en la Comisión de Transición Ecológica y Energía del Parlamento de Canarias, Ramos formuló una pregunta al consejero del área para conocer los proyectos concretos que está impulsando el Gobierno de Canarias en materia de comunidades energéticas. En su exposición, valoró el avance de los últimos dos años y destacó que “Canarias ha triplicado su capacidad potencial renovable, con más de 2 GW adicionales en integración y más de 240 proyectos comunitarios apoyados en 2025, lo que supone más de 41 MW de potencia instalada y una inversión pública superior a los 100 millones de euros”.
El parlamentario por la Isla de La Gomera insistió en que estas cifras ya están teniendo un impacto directo en la ciudadanía, “con hogares que hoy pagan entre un 30% y un 40% menos en su factura eléctrica, ganando en autonomía y seguridad energética”.
Asimismo, destacó el esfuerzo de la Consejería por habilitar convocatorias ágiles, crear nuevas figuras como las Zonas de Aceleración de Renovables y reforzar el acompañamiento técnico a través del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) y las Oficinas de Transición Energética. No obstante, también advirtió de los retos pendientes.
“La tramitación sigue siendo demasiado compleja para muchos pequeños municipios, especialmente en las Islas Verdes, donde la falta de personal técnico ralentiza los procesos y dificulta el acceso a estas oportunidades”, alertó Ramos.
En este sentido, propuso reforzar la dotación presupuestaria, mejorar la comunicación social sobre los beneficios del autoconsumo colectivo y, sobre todo, establecer indicadores públicos que permitan evaluar el impacto real de estos proyectos.
“Cada azotea, cada polígono industrial, cada colegio público es una oportunidad para producir energía limpia y compartirla. Pero para que eso ocurra, necesitamos acompañamiento técnico real y una planificación que no deje atrás a ninguna isla ni municipio”, subrayó el diputado.
Como ejemplo de buenas prácticas, Ramos citó el caso de la comunidad energética de Alojera, en Vallehermoso (La Gomera), como un modelo a replicar en otros territorios rurales del archipiélago.
“Desde ASG defendemos un modelo energético más justo, participativo y sostenible, donde la ciudadanía no sea solo receptora, sino protagonista del cambio. Ese es el camino para que la transición energética no sea solo una meta técnica, sino una verdadera palanca de bienestar”, apuntó.
Ramos reafirmó el compromiso de su formación con una agenda energética que ponga a las personas en el centro, fomente la cohesión territorial y aproveche eficazmente los fondos europeos y estatales para transformar el sistema energético de Canarias.