El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, intervino este sábado en el acto institucional de las LXIV Jornadas Colombinas, donde apeló a sembrar “semillas de paz” como respuesta a los conflictos, crisis humanitarias y desigualdades que marcan el mundo actual.
Durante su intervención, recordó que este encuentro no es únicamente memoria histórica, sino también compromiso y reflexión crítica. “La paz es pan en la mesa, es escuela abierta, es trabajo digno. La paz es que ningún niño crezca bajo las bombas, ni que nadie tenga que subir a una patera en mitad de la noche”, subrayó.
La defensa de los derechos humanos y la cooperación internacional
Curbelo advirtió sobre la fragilidad de los organismos internacionales para dar respuestas a la altura de la dignidad humana y defendió la necesidad de voces claras y valientes que llamen a las cosas por su nombre. En este sentido, agradeció la presencia del que ha sido alto representante de la Unión Europea, Josep Borrell, a quien reconoció por su coherencia y firmeza en la defensa de los derechos humanos.
“En Canarias acogemos a los migrantes y no lo hacemos por caridad, lo hacemos por justicia”, afirmó el presidente insular, que además reclamó mayor implicación del Estado y de Europa para afrontar este fenómeno que afecta de lleno al Archipiélago.
Canarias como espacio de unidad y futuro
El presidente también insistió en que la paz no es solo ausencia de guerra, sino un proyecto compartido de igualdad de oportunidades y democracia. Para ello, planteó la importancia de fortalecer la educación, la sanidad, la cultura, la diversificación económica y la sostenibilidad como pilares de la sociedad canaria.
Curbelo defendió una política basada en el entendimiento y la concordia, frente al insulto y la división. “El mundo y nuestro país necesitan menos confrontación y más voces que unan, no que dividan”, señaló.
La Gomera, tierra de puentes
En la parte final de su discurso, evocó el papel histórico de La Gomera como punto de partida hacia lo desconocido, y destacó la vocación universal de la isla para tender puentes entre continentes, culturas y generaciones. “Desde esta isla que fue puerto hacia lo desconocido, lanzamos al mundo un mensaje de paz. Ojalá germine, ojalá inspire, ojalá sume”, concluyó.