La mala y fea costumbre ajena hasta no hace mucho en La Gomera parece haber llegado a la playa de Valle de Gran Rey y también a otras de enclaves costeros como Playa de Santiago o incluso San Sebastián. Una serie de individuos e individuas madrugadores y madrugadoras todas ellas ‘instalan’ desde primera hora en estos lugares que en el caso que nos ocupa es una de las mejores playa de La Gomera un cargamento de una, dos o más sillas cada uno para asegurarse el espacio y una buena ubicación casi después del amanecer.
Como bien apunta una lectora que nos ha remitido su queja y la fotografía que se utiliza en esta fotonoticia «me he quedado incrédula al llegar a la playa y ver todo este espacio reservado con sillas de playa y sin ninguna persona usándolas» y se pregunta si… «¿ahora hay que madrugar para coger sitio y que los que somos de La Gomera podamos tener nuestro sitio en la playa?».
Esta fea y antiestética malacostumbre choca frontalmente con el uso tradicional de esta zona costera incluso en pleno mes de agosto: El que llega intenta coger su mejor espacio sin molestar y sin dar esta imagen de ambición territorial que para nada se corresponde con la gente de esta Isla.
Precisamente por esa nobleza y falta de maldad es lo que permite que estos ‘conquistadores del territorio costero’ puedan pensar que aunque la silla tenga su valor nadie se las robará.
Eso si. La policía municipal ya que esta moda de Benidorm llegó a la Isla Colombina, si debería actuar, multar o como mínimo –ya que se supone que no existirá una ordenanza ante semejante falta de respeto– obligarlas a retirar las sillas, hasta tanto sus propietarios no reposen sus posaderas en las mismas.
