El consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez,

El consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez, ha registrado en la sesión plenaria de hoy la firma de la tercera adenda del Convenio de Carreteras 2018-2027, tras su aprobación en la Comisión Bilateral Mixta de Seguimiento. “Un hito relevante que introducir mejoras clave que aseguran la estabilidad financiera del convenio, adecuándolo al ritmo real de ejecución de las obras y garantizando que el Estado cumpla con los compromisos asumidos con Canarias”, ha asegurado Rodríguez.

Entre las principales novedades, ha explicado el consejero, se encuentra la redistribución de las anualidades no ejecutadas en 2023 y 2024, el déficit de financiación de 2024, así como la previsión de ejecución de 2025, en las anualidades 2026 y 2027. Actualmente, de los 1.470 millones de euros, más de 1.000 ya están comprometidos y ejecutados en diversas infraestructuras viarias en todas las islas, y quedan algo menos de 400 millones de obras por licitar próximamente

 

«Esta adenda permitirá, entre otras cuestiones, poder finalizar todas las obras del actual convenio que están en ejecución o que van a iniciar su ejecución próximamente. Ejemplo de ello son las obras de Pozo Negro- Aeropuerto, en la isla de Fuerteventura, o la ampliación de carril de la TF-1, entre San Isidro y Oroteanda, en Tenerife, que son obras que todavía no se han iniciado y que se prevé que finalicen después de 2027».

Además, el consejero ha hecho hincapié en que con la firma de la tercera adenda “se refuerza la agilidad en la gestión al permitir a la Comisión Bilateral realizar ajustes entre anualidades sin necesidad de nuevas adendas, siempre que se respeten los límites de la importación total y del plazo del convenio”.

“El objetivo de esta adenda es claro: garantizar que el Estado cumpla con Canarias y con la ciudadanía, con una planificación más efectiva, adaptada a la realidad de las obras y centrada en ofrecer respuestas a las necesidades de movilidad de nuestras islas”, ha concluído Pablo Rodríguez, a la vez que ha añadido que el departamento persigue el objetivo de consumir el menor territorio posible, y mejorar las infraestructuras tratando de que estas sean respetuosas con el entorno.

Estudio de mejoras para la GC-1

Asimismo, en otra comparecencia, el consejero ha detallado que desde la Consejería de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad se está trabajando de la mano con el Cabildo de Gran Canaria y la Dirección General de Tráfico para tratar de mejorar el tráfico en la GC-1, una de las vías con mayor densidad de tráfico de la isla.

Las tres administraciones han fijado una hoja de ruta para trabajar de forma conjunta con el objetivo de lograr reducir la congestión y mejorar la seguridad, creando planes que incluyan medidas de infraestructura y gestión del tráfico.

«Contamos con cuatro proyectos ya redactados que se presentan como soluciones a los problemas de circulación en la GC-1, con licitaciones previstas para este mismo año. Con ellas, buscamos encontrar soluciones en las infraestructuras ya construidas, puesto que debemos mirar hacia mejorar lo ya existente, y no solo exclusivamente a construir más carreteras», ha señalado.

La semana pasada se inauguró en la GC-1, en sentido norte, un cuarto carril a la altura del CC Las Terrazas, que hasta ahora era para guaguas en exclusiva, comenzando así a incorporar una de las medidas acordadas en dichas reuniones. En las próximas semanas se irán aplicando otras medidas, una de ellas busca habilitar un acceso directo desde el vial costero de Telde a la GC-1 a la altura de La Estrella, también en sentido norte, que reduzca el peligro que supone el acceso actual; y, en sentido sur, para crear una línea continua que divide en dos esa calzada, dejando dos carriles a la derecha y dos a la izquierda, entre el acceso a los CC El Mirador y Las Terrazas, y el acceso a La Pardilla.

En este sentido, para después del verano, está programada la licitación de las obras para dotar de un cuarto carril al tramo entre Bocabarranco y La Mareta, en el acceso a La Pardilla, para evitar el efecto real embudo que paraliza la GC-1.

Por otro lado, la Consejería también está estudiando mejoras para la conexión entre la GC-3 y la GC-21, a la altura del CC Los Alisios, en el entorno de Piletas y Tamaraceite, que dificulta el desplazamiento hacia la capital y el acceso a esta desde el municipio de Teror.