Exhibición de silbo gomero, manualidades con hojas de palmera, confección del Ramo de Arure con materiales reutilizables, batucada… Son algunas de las acciones de dinamización y convivencia que se llevarán a cabo mañana, sábado, 24 de mayo, en la Jornada de participación ciudadana “ARURE EN ACCIÓN”, que organiza Cruz Roja en este barrio del municipio de Valle Gran Rey.

El punto de encuentro de esta Jornada intergeneracional, que transcurrirá desde las 11:30 hasta las 17:00 horas, será la Plaza de Arure, donde se darán cita los vecinos y vecinas del municipio y se contará con la participación de representantes del Ayuntamiento de Valle Gran Rey, y los agentes sociales de la zona. Además, se contará con una representación de otros municipios de la provincia tinerfeña donde también se está desarrollando este proyecto: Arafo (Santa Cruz de Tenerife) y El Ortigal (San Cristóbal de La Laguna). La bienvenida a la jornada estará amenizada por el tambor gomero tocado por los miembros de la propia comunidad.

Tal y como explican desde Cruz Roja: “Será un día de convivencia, de encuentro intergeneracional, de transmisión de nuestras costumbres, tradiciones y cultura”.

Esta iniciativa se enmarca dentro de un proyecto de dinamización comunitaria en entornos rurales a través de un modelo no tradicional de voluntariado, subvencionado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 dentro de la partida del IRPF estatal para ‘Otros fines de interés social’, y que Cruz Roja está poniendo en marcha en diferentes pueblos de España de las provincia de Santa Cruz de Tenerife (Puntallana, Arure, El Ortigal y Arafo), Albacete, Ávila y Cuenca , para reforzar los lazos vecinales en las zonas despobladas.

Hasta la fecha, ya se han llevado a cabo distintas reuniones vecinales y jornadas de convivencia, en las que los vecinos y vecinas junto a los agentes sociales han detectado necesidades para mejorar la vida en el pueblo, y entre todos y todas se está trabajando y buscando opciones para solventarlas.

Desde Cruz Roja destacan que “hay un nexo común entre los vecinos que viven en el mismo pueblo”. “Además, que sean de toda la vida de allí del pueblo o que sean personas recién llegadas de otros lugares, es igual, ahora comparten calles y la oportunidad de hacer que la vida en el pueblo sea mejor para todos”.

El papel de Cruz Roja pasa por ayudar a que el proyecto camine para, después, dejarlo andar solo. Ese espíritu también se plasma en el voluntariado, que no lidera el proyecto, sino que ayuda a construir relaciones estables con el entorno, dinamizando y fomentando el trabajo en red y la participación equilibrada e igualitaria de todas las personas y agentes sociales que forman parte de él.

Así, la propia comunidad resuelve sus necesidades, propone actividades, y soluciona problemas que les afectan directamente con sus propios recursos y, cuando no son suficientes, estos quedan identificados para sus Administraciones Públicas; el éxito del proyecto residirá en que dentro de 10 años sigan existiendo estos grupos de personas que hagan de motor y dinamizadoras de su localidad, y continúen hacia adelante.