Sito Simancas en los estudios de Onda Tagoror

Por Raúl Alamo.-

A Sito Simancas
Si en El Hierro la voz de la isla siempre se asociará a la personalidad del Cronista Oficial, José Padrón Machín, las ondas radiofónicas de La Gomera y su voz será sin lugar a dudas la de Sito Simancas, un gomero avanzado e inquieto que ha sabido llevar el mensaje de la isla colombina allende de los mares.
Jesús Simancas Megolla (San Sebastián de La Gomera, 1933), Sito para todo el que como yo tenemos la suerte de conocerle, es desde hace más de medio siglo la voz de La Gomera. Medalla de Oro del Gobierno de Canarias en 2015. Posteriormente el Cabildo de La Gomera puso en valor la contribución social, cultural y radiofónica de este vecino de la comarca de Playa de Santiago, que desde hace más de cincuenta años ha estado vinculado, primero al mundo de los radioaficionados y, más tarde, al de los medios de comunicación con Onda Tagoror, realizando una extraordinaria tarea al conectar ambas orillas del Atlántico con programas como ‘El Chinchorro’.
Detrás de la vida de un Sito vitalista, también se esconde la tristeza por pérdidas cercanas en la familia, y el «palo» personal que supuso que el mismo Gobierno de Canarias que le daba una medalla de oro en el 2015, cerraba emisoras por toda Canarias, en El Hierro Onda Herreña, y en La Gomera la suya, su criatura y razón de ser. Más tarde sería el propio Cabildo quien le cedería su frecuencia.
Desde Onda Tagoror ha sido capaz de llevar la voz de la Isla a las casas de medio Archipiélago. Siempre identificado y enamorado de El Hierro me llamaba con frecuencia para que le contara la actualidad o le pusiera en contacto con alguna persona o cargo público. Conoció la cinta magnetofónica, el walkman, el discman, el minidisc, las grabadoras digitles con USB, …, y hasta el bluetooth actual.
Sito también fue emigrante, con el horizonte puesto en la próspera Venezuela. Su idilio con el micrófono se remonta a 1956, cuando desde la Costanera de Tecina, en la empresa de Álvaro Rodríguez López, se comunicaba con los barcos que llegaban a la playa de Tapahuga a través de lanchones para cargar plátanos, tomates y conservas marinas. Para Sito quedarse en Venezuela hubiera significado olvidarse de otra miel de palma, su mujer Pepa, también tambor, chácara y tajaraste de su ajetreada vida.
Como curiosidad, fue hasta controlador aéreo de la avioneta que utilizaba la empresa de Rodríguez López en sus desplazamientos entre La Gomera y Tenerife cuando ni siquiera se soñara que la Isla Colombia pudiera alguna vez tener un aeropuerto. Sería muy largo esbozar tanta vida y experiencia, porque como dice mi buen amigo y director de Gomera Noticias: «Sito sacaba de una lata de sardinas un repetidor “.
A la vez que escribo, me surge la inquietud que a la vez hago propuesta: ¿como un hombre con esta trayectoria, con tanto amor hacia su Gomera natal no ha sido ya nombrado Hijo Predilecto?. Hoy cumple 90 años de vida, sería una buena efemérides para otorgarle el mayor honor y distinción de su Cabildo.
Sólo me queda felicitarte Sito y desearte, desde la Isla del Meridiano a la Isla Colombina, el silbo hermano de salud.