El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, ha rechazado la implantación de una tasa verde para gravar la conectividad marítima entre las islas. Una medida propuesta desde la Unión Europea, y para la que plantea una exención de Canarias, dada las singularidades de un territorio fragmentado y que es Región Ultraperiférica.

Explicó que este tipo de gravamen sería “contraproducente” para el impulso de la movilidad y la cohesión territorial, especialmente, “en un archipiélago donde gran parte de los movimientos entre las islas se realiza por vía marítima”, con un volumen diario de trayectos en línea regular que se acerca al centenar. “Sería un error que entrara esta medida en vigor el próximo mes de enero. Hay alternativas para evitar un encarecimiento de los billetes”, dijo.

En este sentido, argumentó que una tasa no sólo tendría incidencia en el gasto de las navieras, sino que repercutiría directamente “en el desembolso que los canarios realizan cuando cogen un barco”. Por ello, reiteró la propuesta de definir un marco singular para estos territorios, en el que la movilidad marítima es la única opción, junto al avión. “No se puede tomar la misma receta para un territorio insular, que para el continente”, agregó.

Sostuvo que la aplicación también tendría un impacto sobre la competitividad de la actividad portuaria, tal y como ya se ha alertado, “puesto que no sólo tiene afección sobre el tráfico regular, sino sobre el resto de conexiones”. Así, apuntó a que podría beneficiar a puertos cercanos como los de la costa africana.

Curbelo reiteró que al igual que se hizo con la tasa a la conectividad aérea, se tomen medidas excepcionales para aplazar su aplicación, “sin que esto merme el compromiso de la sociedad canaria con la sostenibilidad y su aplicación en los medios de transportes, pero debe hacerse con medidas alternativas a la planteada”.