El multimillonario Elon Musk asegura que le ayudó a perder peso; las webs de prensa rosa afirman que muchas otras estrellas lo utilizan para mantenerse en forma; y TikTok está lleno de influencers que muestran sus sorprendentes fotos del antes y el después de su pérdida de peso después de usarlo.

¿De qué se trata? Un medicamento llamado semaglutida, que en Estados Unidos se vende bajo diferentes nombres de marca, incluyendo Ozempic y Wegovy. Ambos se comercializan en España, pero están sujetos a un estricto seguimiento. El primero con una «advertencia de triángulo negro». El segundo se aprobó a finales de 2021 «como complemento de una dieta hipocalórica y de un aumento de la actividad física para el control del peso, incluyendo la pérdida y el mantenimiento del peso», según la Agencia Española del Medicamento.

En España ya son varios medios los que se han hecho eco de este uso del medicamento para la diabetes y algunos centros incluso lo anuncian como solución para el sobrepeso. Pero, en Estados Unidos ya han pasado al siguiente nivel y se está empezando a convertir en un problema.

Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU., el revuelo causado por estos medicamentos ha provocado una escasez de ambos, que se espera que dure varios meses, lo que ha provocado la alarma entre los pacientes con diabetes que dependen de Ozempic para controlar su nivel de azúcar en sangre. Los expertos advierten que es importante entender que no se trata de medicamentos milagrosos y que existen riesgos al tomarlos fuera de su uso previsto.

Esto es lo que hay que saber sobre la semaglutida, incluyendo su funcionamiento y sus riesgos.

¿Cuál es la ciencia detrás del medicamento?

La semaglutida ayuda a reducir el nivel de azúcar en sangre imitando una hormona que se segrega de forma natural cuando se consumen alimentos, dice Ariana Chao, directora médica del Centro de Peso y Trastornos Alimentarios de la Universidad de Pensilvania. Este medicamento, que se administra mediante una inyección, ayuda a las personas a sentirse saciadas durante más tiempo, a regular el apetito y a reducir el hambre y los antojos.

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En Estados Unidos existe una importante demanda del medicamento. En 2019, más del 11 por ciento de la población fue diagnosticada con diabetes, mientras que más de cuatro de cada 10 adultos calificaron como obesos en 2020. En España, según los datos del Ministerio de Sanidad «la diabetes afecta a entre el 5 y el 10% de la población general».

En 2017, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos aprobó el uso de Ozempic en individuos con diabetes tipo 2. Estos pacientes suelen tener niveles bajos de insulina, una hormona que ayuda a descomponer los alimentos y convertirlos en combustible que el cuerpo puede utilizar, dice Chao. Ozempic indica al páncreas que cree más insulina, lo que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre y también reduce el glucagón, una hormona que eleva los niveles de azúcar. Esto puede dar lugar a una pérdida de peso, pero los expertos señalan que Ozempic no ha sido aprobado para ese fin.

Wegovy fue aprobado apenas el año pasado para pacientes obesos o con sobrepeso, el primer fármaco desde 2014 en ser aprobado para el control del peso crónico. La diferencia entre ambos fármacos es que Wegovy se administra con una dosis más alta de semaglutida que Ozempic; los ensayos clínicos han mostrado más pérdida de peso, pero solo modestas mejoras en el control glucémico con esta dosis más alta, señala Chao.

¿Cuáles son los riesgos?

Como con todos los medicamentos, puede haber inconvenientes. Los efectos secundarios más comunes son los problemas gastrointestinales, como las náuseas, el estreñimiento y la diarrea, dice Chao, y más raramente, la pancreatitis, la enfermedad de la vesícula biliar y la retinopatía diabética.

Estos fármacos se han estudiado ampliamente, pero su aprobación relativamente reciente significa que los investigadores aún no saben cuáles son los efectos de tomarlos a largo plazo. También hay pocos datos sobre lo que ocurre cuando la gente deja de tomarlos de repente, lo que muchos pueden verse obligados a hacer en medio de la escasez actual.

Las investigaciones sí sugieren que la interrupción del uso de esta medicación podría hacer que los pacientes recuperaran peso, especialmente si no hicieron ningún cambio en su estilo de vida.

«En casi todos los estudios sobre la pérdida de peso, depende realmente de su base», dice el endocrinólogo de Stanford (Estados Unidos) Sun Kim. «Tus esfuerzos en el estilo de vida determinarán la cantidad de peso que pierdas. Si tienes tus bases como la comida, el ejercicio y el sueño, te irá bien». Si no, podrías recuperar hasta el 20 por ciento del peso perdido al año.

En Estados Unidos, estos medicamentos también pueden ser increíblemente caros, sobre todo sin seguro. Kim dice que una pluma inyectable puede costar más de 1000 euros.

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¿Qué significa el uso fuera de lo indicado?

Usar un medicamento fuera de lo indicado significa utilizarlo de una manera distinta a la prevista y a su propósito aprobado por la FDA, lo que puede no ser seguro ni eficaz. El Ozempic ha sido aprobado sólo para los diabéticos de tipo 2, y el Wegovy sólo para los pacientes con un IMC superior a 30, o a 27 si tienen una comorbilidad relacionada con el peso, como la hipertensión arterial.

«No hay pruebas científicas que demuestren si este medicamento será eficaz o beneficioso para quienes no se ajustan a los criterios de las indicaciones de la etiqueta aprobada por la FDA», afirma Chao. «Tampoco conocemos los efectos secundarios o los riesgos en estas poblaciones: podría haber reacciones desconocidas al medicamento». La obesidad es una enfermedad crónica. Estos medicamentos no pretenden ser una solución rápida».

Incluso si se cumplen los criterios, los expertos advierten que no se debe intentar obtener la medicación sin receta viajando a países que no la exijan.

«Cuando la medicación no se utiliza bajo la supervisión de un profesional sanitario, entonces pueden entrar en un mal uso», dice Chao. «Pueden producirse efectos adversos más graves».

Los expertos también sostienen que, ante la dificultad de encontrar Ozempic, los pacientes con diabetes deberían tener prioridad: «Lo que sí me preocupa, y espero que sea sólo temporal, es el problema de la cadena de suministro», dice Kim. «Si tuviera que hacer un triaje y priorizar, tal vez favorecería a alguien que esté controlando su diabetes para conseguirlo; preferiría que estuviera disponible para las personas que lo necesitan».

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Robert Gabbay, director científico y médico de la Asociación Americana de la Diabetes, dice que la organización está «muy preocupada» por la escasez de Ozempic.

«El medicamento ha sido una herramienta importante para las personas con diabetes», dice. «No sólo reduce el nivel de glucosa en sangre y el peso, sino que ha demostrado que disminuye los eventos cardiovasculares (ataques al corazón), una de las principales causas de muerte de quienes viven con diabetes».

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