En nuestra historia reciente hemos vivido, desgraciadamente, muchas crisis de diversa índole: económica, social, sanitaria… Para sobreponernos a cada una de ellas solo hay dos formas de gestionarlas: avanzando e incentivando el crecimiento, o simplemente favoreciendo el retroceso.

El proyecto del Partido Socialista, precisamente, se sustenta en una acción: crecer. Crecer para tener una economía y un empleo pujante, que permita avanzar en más derechos y libertades, y poder disfrutar de una mayor justicia social.

Y lo estamos demostrando con hechos, evidenciando que se puede salir de las crisis reforzando el Estado del Bienestar y no recortándolo como ocurrió bajo los gobiernos de la derecha; avanzando en derechos laborales y mejoras salariales, y no devaluando salarios como hizo el PP.

La reforma laboral, impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez, apuesta por una recuperación justa, que permita atajar dos de los principales males de nuestro mercado laboral: la precariedad y el alto desempleo, desde la protección a los trabajadores y trabajadoras, pero también a la empresa. Se trata de un acuerdo basado en el diálogo, porque desde el PSOE entendemos que las políticas más inclusivas y duraderas son aquellas que se logran a través del consenso, como ha sido en este caso entre el Ejecutivo, agentes sociales y la patronal.

Entre las novedades que incorpora este nuevo marco normativo encontramos la recuperación de la negociación colectiva, que con la reforma del Partido Popular en 2012 había desaparecido; la potenciación de la contratación indefinida para reducir la precariedad y el desempleo; la limitación de los contratos temporales, y la prevalencia del convenio colectivo sobre el empresarial y su prórroga en el tiempo hasta que se negocie uno nuevo.

Además, otro de los puntos fundamentales es la formación para trabajadores y trabajadoras, para lo que se han introducido dos tipos de contrato: el formativo, que permite adquirir la competencia profesional adecuada correspondiente a un determinado nivel de estudios, mientras se alterna con una actividad laboral retribuida, y el contrato para la obtención de la práctica profesional.

Precisamente, este punto es clave para Canarias, porque permitirá realizar contratos formativos para profesionalizar los diferentes sectores, e incentivará la contratación, vital para fidelizar el trabajo en el Archipiélago y generar empleo estable y de calidad, sobre todo en el sector de la hostelería.

Poco a poco estamos desmontando todas las incongruencias que utiliza la derecha para confundir y desacreditar. En tan solo un año y medio, el PSOE ha recuperado los niveles de afiliación a la Seguridad Social previos a la pandemia, mientras que en la crisis financiera gobernada por el Partido Popular se tardó más de una década.

Nunca en la historia de España habíamos tenido tantas personas trabajando como hoy, con más de 20 millones de ocupados. Actualmente, encadenamos diez meses consecutivos de reducción del paro, en especial el paro juvenil, con una caída de cerca del 40% en el último año, y hemos protegido a cientos de miles de empresas, a cuatro millones y medio de trabajadoras y trabajadores asalariados y autónomos, que si no fuese por los créditos ICO y por los ERTE y prestaciones estarían en su mayor parte desempleados

Por otro ello, espero firmemente que todas las fuerzas políticas se sumen y muestren su apoyo a esta reforma laboral del siglo XXI, y que la derecha deje a un lado su oposición negacionista y anteponga el interés general a sus intereses particulares, apostando por España y por el bienestar de toda la ciudadanía.