Daños en una Mesa interpretativa

La Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias ha registrado en los últimos meses diferentes actos vandálicos contra la señalética y la cartelería presente en los espacios naturales protegidos de las islas.

El último caso tuvo lugar en el Parque Nacional de Garajonay de La Gomera, donde se registraron daños en varios postes y carteles informativos e incluso en una de las fuentes más emblemáticas de este espacio, muy próxima a la Ermita de Lourdes. A esta situación hay que añadir el abandono de residuos en varios puntos de este Parque, al igual que ocurre en otros enclaves similares de las islas.

Cartel con desperfectos en el Garajonay

El consejero regional responsable del Área, José Antonio Valbuena, lamentó que durante todo el año, pero especialmente tras el período de vacaciones, con el consiguiente aumento de visitantes, se tenga que poner el foco en este tipo de actos que atentan contra el mobiliario público y dañan la imagen de las islas como destino de naturaleza.

En la actualidad, una infracción de este tipo puede llegar hasta los 600 euros, dependiendo de la gravedad del acto. En este sentido, Valbuena destacó que uno de los apartados en los que se incidirá la futura Ley de Biodiversidad y Recursos Naturales de Canarias es en la protección de estos espacios, pudiendo incluso aumentar las sanciones frente a estos actos, especialmente en el caso de los parques nacionales, e incluir otras medidas complementarias como la reparación de los daños causados por parte del propio infractor.

“La riqueza medioambiental que destaca a Canarias por encima de otros lugares del mundo es un patrimonio que debemos cuidar entre todos, siendo conscientes de que muchos de ellos están por encima de su capacidad de carga durante gran parte del año. Por ese motivo, debemos trabajar para que nuestro paso por la naturaleza sea cada vez más sostenible y respetuoso con el entorno, apostando por el transporte sostenible, el incremento de la vigilancia y el control del impacto del ser humano sobre estas zonas privilegiadas”, subrayó el consejero.