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¿Debería alimentar a su bebé con leche de fórmula?

Desde la llegada de la pandemia a nuestro país, los españoles nos hemos concienciado más que nunca acerca de la importancia que tiene el mantener unos hábitos de vida saludables. La preocupación que sienten los padres de un recién nacido por la salud de su retoño, sin embargo, se trata de algo completamente diferente. Una de las preguntas que más suelen hacerse en estas circunstancias está relacionada con el impacto que el uso de leches de fórmula tendrá en sus hijo. A continuación vamos a aclararte todo lo que debes saber sobre el uso de leche de fórmula, incluyendo beneficios y desventajas.

Todo lo que debe saber acerca de la leche de fórmula

Tanto la Organización Mundial de la Salud como la Asociación Española de Pediatría están de acuerdo en que la leche materna es la opción más recomendable para alimentar a los bebés. A pesar de este hecho tan difundido, existen diversos casos en los que no es posible alimentar al niño con esta leche. Ya sea porque el recién nacido sea prematuro y tenga un reflejo de succión débil que impida el proceso de lactancia, la madre tenga que reincorporarse al trabajo, la lactancia sea extremadamente dolorosa para la madre o cualquier otro tipo de problema de salud, existen situaciones en los que la leche de fórmula se trata de la mejor alternativa disponible con la que asegurar la alimentación del bebé.

Contenido nutricional de la leche de fórmula y de la leche materna

La leche de fórmula que se obtendría a partir de botes que podemos encontrar en el mercado, como por ejemplo el de Leche Blemil optimum 1, contendrían:

El contenido de la leche materna, adaptado al crecimiento de un bebé humano, se conforma de:

Como podemos observar, la leche materna contiene muchos más componentes fundamentales para el desarrollo del bebé que la leche de fórmula. Esto se debe a que este tipo de leche ha evolucionado, junto con el ser humano, durante millones de años para dar lugar al alimento perfecto que reune todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo de un bebé. Por el contrario, la leche de fórmula suele estar hecha a partir de leche de vaca, cuyo consumo por parte de los bebés humanos no es seguro. Es por ello que se somete a un procesamiento intenso que permita facilitar su ingestión y obtener parte de los nutrientes que el retoño necesita para crecer.

Leche de fórmula adaptada a las fases de crecimiento del bebé

Podemos encontrar en el mercado un total de cuatro tipos diferentes de leche de fórmula, cuyo uso viene determinado por la fase de crecimiento que esté experimentando el bebé:

Si bien es cierto que la leche materna sigue siendo la mejor opción a la que puede optar para alimentar a su bebé, los avances tecnológicos han conseguido fabricar sustitutos bastante aceptables que, bajo circunstancias en las que no quede alternativa, pueden servir para alimentar al bebé. Como garantía de su rendimiento, dispone en el mercado de diferentes opciones enfocadas a cada una de las etapas de crecimiento del niño que aseguran que este recibe, en cada momento, los nutrientes que necesita para su correcto desarrollo. De modo que, si la situación lo requiere, no dude en utilizar leche de fórmula para alimentar a su hijo/a.

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