Este lunes 28 de junio se celebra en diferentes países del mundo el Día del Orgullo LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales), aunque en muchos lugares aprovechan el fin de semana anterior o posterior para sacar las carrozas a la calle. Al margen de los famosos desfiles, está el origen de esta celebración, que muchas personas todavía desconocen.

Disturbios Stonewall

El arranque de esta tradición empezó en la ciudad que nunca duerme, Nueva York, en 1969, donde se produjeron los conocidos como los disturbios Stonewall, cuando la comunidad LGBTI de Estados Unidos se unió, por primera vez en la Historia, para reivindicar sus derechos.

Estas manifestaciones fueron en protesta de una redada policial que tuvo lugar en el pub Stonewall Inn, en Greenwich Village, durante la madrugada del 28 de junio. En los años 60 todavía no estaban reconocidos los derechos de este colectivo y había pocos locales los que sí les permitían la entrada abiertamente, aunque se enfrentaban a la posibilidad de ser arrestados.

Fue un año después, cuando tuvieron lugar las dos primeras marchas en favor de este colectivo LGBT, Nueva York y los Ángeles, a las que poco a poco, se comenzaron a sumar otras ciudades del país, y años más tarde, este movimiento se extendió a otros continentes.

Matrimonio homosexual en España

El 3 de julio de 2005, el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero legalizó en España el matrimonio entre personas del mismo sexo, que hasta entonces no estaba contemplado en la legislación.

Con esta modificación del Código Civil, España se convirtió en el tercer país del mundo en legalizar el matrimonio homosexual.

Polémica en Hungría

El gobierno ultraconservador de Viktor Orbán ha aprobado en Hungría una ley que aunque en principio trataba de luchar contra la pedofilia, ha aprovechado praa prohibir hablar sobre la homosexualidad en los programas escolares y exponer a menores de 18 años a pornografía y a cualquier contenido que fomente la homosexualidad y el cambio de sexo.

Esta polémica ley ha provocado una inmediata reacción tanto por parte de la oposición como por parte del resto de Europa, incluso, el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, ha invitado a Orbán a marcharse de la Unión Europea si no rectifica esta ley. Asimismo, 17 miembros de la UE, le han enviado una carta en la que trasladan su voluntad de «seguir luchando contra la discriminación hacia la comunidad LGTBI».